José Grimaldo Colmenero
En un grupo social que se fortalece con desarrollo permanente y con base en la labor diaria de sus integrantes, resulta igualmente fundamental consolidar la cultura de respeto a las diferencias con nuestros semejantes.
Para tener esta característica de una sociedad donde la inclusión social es plena, es indispensable que yo, tú, nosotros, ellas y ellos, que todos, hablemos de discapacidad en cada oportunidad que se nos presenta y no solamente el tema lo tengamos presente por una situación personal, familiar, en el grupo en donde nos desenvolvemos.
Dulce Salas, persona con discapacidad auditiva, sorda, originaria de Irapuato, señala que le daba inseguridad personal que la gente se diera cuenta de su condición de vida, pero luego se dio cuenta que esto no debe ser obstáculo para relacionarse y sin dificultad alguna vive su discapacidad. Hoy Dulce es Premio Estatal de la Juventud en Guanajuato.
Hablar de discapacidad es necesario hacerlo en tu grupo social, hasta encontrar algo común en ti y en los demás, hasta que todos comprendamos que el vivir en condición de discapacidad es meramente una condición física que no arrebata tu libertad.
Quienes tenemos alguna discapacidad, ciertamente somos diferentes, pero son diferencias que son físicas. Y esto no debe representar diferencias en otros aspectos de la vida, hay diferencias, pero con igualdad de oportunidades y derechos entre los integrantes de nuestra sociedad y también obligaciones
Hablar de discapacidad es hablar de personas con nombre y apellido, personas que, con la política pública incluyente, hoy sobresalen en la escuela, el trabajo, en el deporte, educación y arte. Y confirman historias de éxito en cada área como la de Dulce Salas precisamente quien hoy da su testimonio y su ejemplo de vida para que jóvenes como ella luchen cada día por alcanzar sus sueños y sus metas en la vida.
Por eso te invito a que hablemos de discapacidad en cuanto tengas oportunidad, con tus amigos, con tu familia, con tus compañeros de trabajo, de la escuela, de la colonia y del lugar en el que vives. Hasta que el otro, la otra, todos y todas, reconozcamos que las diferencias son realmente las similitudes que nos unen para generar una igualdad.
Hablemos de discapacidad hasta que a todas y todos nos quede claro que el tener discapacidad no es necesariamente tener un problema, sino es vivir bajo una condición en donde el reto y la adversidad nos hace más fuertes cada día. Y que en el mundo podemos mostrar nuestras capacidades para desarrollarnos, y podemos salir adelante.
Hasta que a todas y todos nos quede claro que las diferencias es una oportunidad que tenemos para tomarnos de la mano y que juntos podemos erradicar esa brecha que es el desconocimiento del tema de discapacidad, porque es la ignorancia la que genera miedo y falta de respeto. Te invito a hablar de discapacidad. Hasta la próxima.