Opinión

DOBLE O NADA

Tu opinión, no es tu opinión

Por: José Luis Ramírez

Nuestras elecciones sexenales tienen la intención de legitimar con el voto ciudadano las acciones de un selecto grupo que regularmente, nada tiene de ciudadano. De cierto, el llamado a votar es una obligación de las instituciones, pero para los partidos mejor posicionados, si no se vota, ¡mejor!  El triunfo de los candidatos en el 2000, 2006, y 2012, deja tras de sí, una huella electoral que se relaciona con el abstencionismo y la anulación del voto, que por cierto, propiciaron o aprovecharon. Por eso los llamados a no votar o anular el voto, si cuentan, y como dicen los tramposos, cuentan mucho.

Si usted está harto esperando que termine la publicidad y propaganda electoral, déjeme decirle que esto apenas empieza. Y si usted ya decidió que no votará, le cuento que es como votar por los vecinos que nunca barren el frente de su casa, e incluso patean hacia su reja la basura de la calle. No votar, es votar en sentido contrario a nuestra intención de decir,  ¡estoy harto de ustedes!

El abstencionismo y la anulación del voto, es una oportunidad para usar el descontento y crear una estrategia para ganar sin votos. Ninguna elección sexenal es parecida. Cada una de ellas es un batido de intereses que tarda en sedimentarse durante el curso de la campaña. Tres elementos muy importantes durante este siglo han deformado y reformado el rostro nacional: la llegada del Pan a la presidencia de la república en el año 2000; la perdida de la presidencia por el Pri después de gobernar con plata y plomo durante 70 años; y el surgimiento de Morena y su principal impulsor el ciudadano López. Han trascurrido casi 18 años donde los partidos políticos han hecho suyo todo el arte de pescar desprestigio, con la típica caña, o hasta con el arpón para ballenas.

La abstención y la anulación del voto, como lo mencionaba, es un factor determinante para la derrota o triunfo de un candidato, entre más baje el número de votantes, mas fácil será alcanzar la meta para ganar. En las últimas tres elecciones federales de este siglo, el promedio de abstención fue de 26.6 millones de electores, cifra similar a casi toda la población que habita la ciudad de México. Como el fundamento que propicia la abstención es el hartazgo ciudadano, entonces los hartantes o los que hartan, se ven favorecidos porque los que no votarán son precisamente sus cuestionadores o críticos. Eliminación natural dirían los evolucionistas del marketing político.

Cada elección se inscribe en un contexto distinto, sobre todo las ultimas, han estádo rodeadas del uso de elementos tecnológicos para influir en el elector. La escritora Erin Gallagher, señala que se crearon mas de 75 mil cuentas automatizadas en twuiter, para apoyar a Enrique Peña Nieto durante las elecciones de 2012, la gente los bautizó como peñabots, robots al servicio de la candidatura del actual Presidente.

Este uso de cuentas falsas y bots, han crecido y se han seguido utilizando, pero ahora, para la manipulación de las redes sociales, y para enfrentar a los usuarios de internet y atacar redes sociales. Esta compleja estructura tecnológica, tiene diversos propósitos: generar confrontación y violencia verbal para disuadir a la gente a votar; para contrarrestar el avance o posicionamiento de las preferencias electorales de los ciudadanos; para generar propaganda negra en contra de líderes sociales, u opositores políticos; difundir noticias falsas, fake news.

El saldo es un electorado confuso, titubeante, colérico, deprimido que finalmente, se abstendrá de votar o anulará su voto favoreciendo al impulsor de estas actividades. Es así que lo crees que es tu opinión, o visión, es una percepción moldeada, y tu respuesta será en función de una serie de argumentos exacerbados puestos en tu mirada. Un cultivo en granja de percepciones a través de las plataformas digitales.

Tu opinión, no es tú opinión.

En estos días comenzará la verdadera guerra de todas las guerras. Como “en el amor y en la política todo se vale”, el uso de las redes sociales será uno de los instrumentos de fuego para modificar percepciones. A veces es tan sutil el mecanismo para dejar una huella en el ánimo de los electores, que los bots pueden ser utilizados por un mismo agente, fingiendo una pelea verbal entre contrincantes, que superará la resistencia emocional, emotiva o sicológica del lector, de este modo, quedará una idea de inutilidad de su voto porque todos son iguales. Entonces se logrará bajar el universo de votantes, y tu opinión estará mutada, adulterada para reaccionar de manera dirigida.

Esta estrategia artificial para desanimar a los electores, ha desarrollado mecanismos que permiten segmentar las particularidades de los usuarios de las redes sociales, de este modo, pueden alimentar y manipular criterios enviándoles la información que buscan o desean de manera inconsciente al navegar en la red.  Esto es muy sencillo, a cada usuario de la red, de manera automática se le enviará información de acuerdo a sus patrones de búsqueda. Su percepción de la realidad, se distorsionará al recibir noticias, imágenes, comentarios u opiniones que le son similares, creando una idea de que su visión es correcta y compartida universalmente al grado de defenderla con todo lo que esté a su alcance, o al revés.

Cuando usted busca en la red algún producto, la memoria de su búsqueda se queda grabada, de tal manera que en menos de lo que se imagina, estará recibiendo publicidad de productos similares o parecidos. Los clásicos internautas, señalan con toda precisión, “nada de lo que hay en internet  es gratis”. Así también se diseña la propaganda política, sea real, ficticia, o chatarra, todo ello dependerá de la estrategia de quien manipule la información y el propósito,  los dueños de las plataformas digitales simplemente venderán el medio, no el mensaje.

La abstención y la anulación del voto son una estrategia de guerra encubierta. Los votos no emitidos si cuentan, y llegan a alcanzar una importancia como los que se emiten. En 18 años el prestigio de los partidos ha caído a los suelos, su nivel de importancia para los ciudadanos es un asunto menor desde el punto de vista de su utilidad. Pero, para los grupos de poder, los partidos son el instrumento para hacerse de él y controlarlo.

El desprestigio de los partidos políticos tiene como consecuencia que haya menos votantes, por eso los partidos buscarán asegurar por todos los medios que voten sus seguidores, asegurando su fidelidad con incentivos en dinero, en puestos de empleo, facilitación de gestiones o permisos, empleos, despensas, materiales de construcción y mas, pero eso no es todo, por otro lado, intentarán fomentar la indecisión de los votantes, y desmotivar a los votantes de sus competidores. A estas alturas ya no se trata de ganar votantes, sino de impedir que crezca la inconformidad y se manifieste en su contra mediante el mismo voto.

2018 el cambio de la geografía política.

Pretenciosamente algunos personajes señalan que el 2018 cambiará la historia de México, creo que habrá cambios en la geografía política a mediano plazo, pero nada sustancial, la retórica electoral tiene como freno la realidad, es decir, lo que es posible legal y estructuralmente, pero es una buena carnada para los votantes;  para los políticos, que también lo saben, es materia prima de respuestas fáciles para ganar audiencias. A manera de ejemplo. Chile, aun no logra quitarse los candados constitucionales que dejó el dictador Augusto Pinochet, estamos hablando de una transición democrática que comenzó en el año 1990.

Para finalizar le dejo las cifras de la abstención, y del anulamiento del voto. En el 2000 había 58.7 millones de electores registrados, y en la elección no votaron 21.1 millones;  en el 2006 la lista de votantes fue de 71.3 millones de electores, no votaron 29.8 millones; en el 2012, los electores crecieron a 79.4 millones, y no votaron 29 millones. Recuerde que Felipe Calderón ganó la elección en 2006 por 243,930 votos a su favor. Contraste las cifras y observará la importancia de votar

En el 2012, el Pri regresó al gobierno de la república, los votos anulados alcanzaron la cifra de 1millon 241mil votos, pero como lo mencionaba antes, 29 millones no salieron a votar, en suma entre anulaciones y abstenciones, 30 millones de personas no salieron a votar, aun pensando que su decisión fue con la intención de rechazar o mostrar su desacuerdo, legitimaron y propiciaron el regreso de Rex, el dinosaurio que creíamos haber enterrado.

Revolcadero.

A unos días del cierre del registro de los candidatos y planillas que participarán en las elecciones municipales, todavía faltan muchos. Morena, dice que las encuestas deciden a sus candidatos, e igual que los otros partidos, tres años con gastos pagados no les fueron suficientes para presentar su lista de perdedores.