Laja-Bajío

Don Bartolomé y la voluntad de cuidar borregos

Juventino Rosas, Gto.- Con 9 años como voluntario en el Centro Gerontológico de Juventino y teniendo 81 años de edad, don Bartolomé acude a este lugar donde tienen una pequeña granja con borregos, de la cual apenas apena subiste ya que no cuenta con algún otro ingreso.

En sus manos, carga unas guayabas que cortó de un pequeño árbol que tiene junto al huerto que junto con otro adultos mayores cuidan. El trabajo de don Bartolomé es criar unos borregos, los cuales al crecer los venden y de ahí obtener ganancias para poder sobrevivir.

"Aquí les damos e comer, agua y todo eso, cuando se están criando también estamos al pendiente de ellos que a veces hay borregas que no les quieren dar de comer a los borreguitos, le dan a uno y al otro lo dejan y si se arrima el borrego lo topean y lo avientan por allá"

No obstante, hace unos años, según cuenta, al sufrir un accidente automovilístico en Jalisco, tuvo repercusiones en su cuerpo, lo que le impide moverse para hacer otra actividad y con su edad ahora como una limitante, solo le queda cuidar a los borregos.

"Somos voluntarios nada más, ahorita tengo como dos años que no nos dan ayuda, luego aparte de eso, me tocó la de malas que me aventó el carro y pues ahorita estoy inválido, aquí no nos dan nada, solo soy voluntario y nada más".

De acuerdo con el Inegi, la La mayor parte de la población de 60 y más años (88.1%)
forma parte de un hogar familiar, mientras que 11.1%, forman hogares unipersonales, como es el caso de don Bartolomé, quien no tiene familiar alguno.

De la misma manera según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), durante el segundo trimestre de 2016, 33.6% de la población de 60 y más años está ocupada. La mayoría trabaja de manera independiente (58.4%), solo cuatro de cada 10 (41.6%) trabaja de manera subordinada.

No obstante de los trabajadores subordinados y remunerados, 11.7% no reciben remuneración ya que la mayoría de ellos trabaja en un negocio familiar, y para el caso de don Bartolomé colabora en un espacio público como voluntario.

Finalmente, don Bartolomé acude a diario con los borregos para cuidarlos y darles e comer esperando que su condición mejore y así poder tener lo necesario en su alimentación.