Opinión

CELAYA PRUEBA NO SUPERADA Doble o nada

Por: José Luis Ramírez

Lo que mal empieza, mal acaba, dice la sabiduría popular. ¿Pero qué, o quién puede decirnos si algo está mal? Y luego ¿por qué habríamos de creer que es verdad? En busca de una línea de pensamiento neutral para comenzar esta columna, debo citar a Hannah Arendt cuando señala que la verdad y la política ”nunca se llevaron bien”, añadiría, y mucho menos cuando la adulación y la mentira le acompañan.
He señalado que los primeros 100 días de un gobierno son cruciales para llegar a un buen destino, en nuestro caso, es aún más delicado, porque tuvo como punto de partida un gobierno que llegó a los últimos lugares de aprobación, y con un rechazo a punto de convertirse en repudio público. Y adelanto una idea obvia, ese gobierno perdió porque no gobernó ni administró bien. ¿Y los que llegaron lo están haciendo bien? Esa respuesta ya está caminando entre las calles de la ciudad, veamos.
Reitero, los primeros 100 días son una prueba de fuego, en esas escasas semanas la ciudadanía que votó por el cambio, observa con detenimiento, si su elección fue buena o mala. En una crisis de confianza, incredulidad, e inseguridad al extremo como la que vivimos, la reacción de los electores ha sido fulminante.
El actual presidente municipal, como bien lo señala en su dramática semblanza a un periódico local, llegó al gobierno en una suerte de bateador emergente, sin equipo, y sin menor confianza de los ediles que habían negociado su nombramiento directamente con Gisela Gaytán, no con él. Pero no solo eso, lo más grave es que llega sin liderazgo y sin un proyecto de ciudad. En esa semblanza, menciona que tiene cientos de propuestas de campaña, que a la fecha no se han convertido en un programa municipal de desarrollo, y que son suplidas con proyectos de las anteriores administraciones, o bien con ideas encontradas en la casualidad del camino.
La gestión de la ciudad, en 100 días ha sido un verdadero desatino; un enredo innecesario, producto de una selección incomprensible de los 24 responsables de la gestión administrativa y operativa de los servicios, a los que además, dejó prácticamente amputados en sus funciones y atribuciones. En cien días se ha derretido la esperanza como nieve en verano, la falta de experiencia, la falta de conocimiento de la administración, y un simplismo en la ejecución de las responsabilidades administrativas, mostró que el resultado electoral fue un golpe de suerte, combinado con otros ingredientes, que nada tienen que ver con la solvencia profesional y ética que esperaban los celayenses de los beneficiarios de la fortuna electoral.
De frente a esa incapacidad, el presidente municipal, optó por un modelo autoritario de gobierno, para imponerse utilizó como herramienta, el miedo, la amenaza de despido laboral, de este modo, el temor al interior de la presidencia municipal creó un resentimiento legítimo, y afuera, en el ánimo ciudadano se fue convirtiendo en enojo y desaprobación. Esta desaprobación ha crecido por mostrar una precaria capacidad para comunicar y exponer con claridad las rutas de solución a los problemas de seguridad, de servicios públicos, de conflictos internos, y sobre todo, por las reiteradas contradicciones y negaciones de lo expuesto públicamente con respecto a problemáticas heredadas, e incluso, a otras, creadas por él mismo.
Esto último, me recuerda, a Nicolás Maquiavelo, quien escribe hace más de 500 años sobre la falta de prudencia, “resulta que lo que hace hoy, lo deshace mañana; que no se entiende nunca lo que desea o intenta hacer, y no se puede confiar en sus determinaciones”. Algo muy similar ocurre en los entramados municipales.
En cien días las encuestas han mostrado el desencanto ciudadano al gobierno municipal, y hoy las reacciones en las redes sociales son un vertedero de descalificaciones, injurias, apodos, burlas, y un abierto y activo rechazo personal al presidente municipal por sus traspiés, y por su insensibilidad ante los agravios en la economía, patrimonio e integridad física de los celayenses, así como por el atropello sistemático a los derechos laborales de los verdaderos trabajadores municipales.
Le expongo resultados de 7 casas encuestadoras de prestigio nacional, con metodologías y trayectorias distintas que abonan a lo señalado líneas antes.
La empresa Rubrum evalúa a 12 alcaldes de Guanajuato, y los califica en un rango de uno a nueve. El alcalde de Celaya en el mes de octubre tiene una aprobación de 4.7, y ocupa el lugar 11; en el rubro de seguridad tiene una calificación de 3.5 y ocupa el último lugar. En el mes de noviembre tiene un rango de aprobación de 5.06, y ocupa el 11 lugar. En el mes de diciembre obtiene una calificación de 5.2, y ocupa otra vez, el mismo sitio.
La empresa Massive Caller, en el mes de noviembre califica al ciudadano alcalde, en el rubro de inseguridad con un porcentaje de 78.4%, y ocupa el lugar 125, de 125 alcaldes evaluados. Es decir, el último lugar.
La empresa Demoscopia Digital, todavía al frente del gobierno municipal el ciudadano Mendoza Márquez, evalúa a 200 alcaldes, y alcanza 32.8% de aprobación, ocupando el lugar 192; en el mes de agosto, obtiene un porcentaje de aprobación de 29.3%, ocupando el lugar 211 de 217; en septiembre alcanza el 24.9% de aprobación llegando a los peores lugares. Estos datos son relevantes porque van marcando mes a mes una tendencia ciudadana que desaprueba al ciudadano expresidente, y lo coloca entre los 10 peores alcaldes del país, lo que finalmente, fue determinante para impedir su reelección.
La evaluación que realiza Demoscopia Digital, a partir de octubre, contrasta con los resultados anteriores, y muestra lo que llamaría el bono democrático, o confianza depositada en el nuevo gobierno: en octubre, el alcalde actual, alcanza un 58.3% de aprobación, ocupando el octavo lugar estatal de 10 alcaldías evaluadas, hay una diferencia positiva entre septiembre y octubre de 33 puntos; en noviembre, alcanza un 55.3% de aprobación, ocupando nuevamente el octavo lugar estatal, pero con 3 puntos menos. Por último, en diciembre, el alcalde celayense, alcanza el 50.9% de aprobación, ocupando el octavo lugar estatal. Con relación a octubre son 7.4 puntos a la baja en aprobación.
La empresa encuestadora CE Research lo califica a en el mes de diciembre con un porcentaje de aprobación de 50%, ocupando el lugar 29 de 35 alcaldes evaluados. Es encuesta única.
La empresa Arias Consultores, califica en el mes de octubre al alcalde actual, con un 41.7% de aprobación, ocupando el lugar 63 de 100 alcaldes evaluados; en el mes de noviembre obtiene un 32% de aprobación, ocupando el lugar 78 de 100 enlistados. Entre octubre y noviembre hay una diferencia negativa de 9.7 puntos, y 15 lugares de diferencia. El crecimiento de la tendencia desaprobatoria es muy marcada, y particularmente en el rubro de seguridad, en donde solo el 6.5% de los celayenses se sienten seguros, y ocupa el lugar 100, o sea, el ultimo lugar.
La empresa CRC Estatical Research Corporation, realiza una encuesta en diciembre y arroja una aprobación de 48.5%, en donde el alcalde cajetero ocupa el lugar 145 de 170 alcaldías encuestadas.
Finalmente, la empresa encuestadora Mitofsky, en su evaluación bimestral, en el mes de agosto al expresidente Javier Mendoza, lo evalúa con un 30.5% de aprobación, colocándose en el lugar 148 de 150 alcaldes del país. En el mes de octubre, con el nuevo gobierno, el actual ciudadano presidente municipal, tiene una aprobación de 29.2%, ocupando el lugar 148 de 150 alcaldes encuestados; en el mes de diciembre alcanza un 28.5% de aprobación, ocupando el lugar 149 de 150. Lo ubica desde luego, entre los peores alcaldes del país.
Demoscopia, Arias Consultores, Mitofsky, Massive Caller, Rubrum entre otros, calificaron el desempeño y aprobación del anterior alcalde y pronosticaron su abrumadora derrota. Las encuestas son el espejo del sentir ciudadano, en este caso, con respecto a sus autoridades. La percepción ciudadana nace de los hechos que son el criterio de la verdad, y los hechos hablan por sí solos. Un mal gobierno, se traduce en inconformidad ciudadana, en opinión y al final en acción, votando o protestando.
De cierto, y ratifico que las encuestas pueden ser una herramienta para corregir errores y estrategias de gobierno cuando se tiene madurez para la autocrítica y reflexión, pero cuando “el necio vuelve a su necedad” (Proverbios 26:11), poco se puede esperar, o bien, se puede deducir el camino llano al fracaso. La semilla ya está sembrada.

REVOLCADERO.
“Porque los hombres se complacen tanto en sus propias obras, y de tal modo se engañan, que no atinan a defenderse, se exponen al peligro de hacerse despreciables”. El Príncipe. Nicolás Maquiavelo