Celaya, Gto.- La violencia sigue imparable en la ciudad.
En un ataque que al parecer hicieron dos sujetos en motocicleta este martes poco después de las 21 horas, tres personas resultaron muertas dentro de un local de Alcohólicos Anónimos en la colonia Jacarandas, ubicado sobre la calle Escuadrón 201.
No se precisó si en el local solo era para sesionar, aunque algunos vecinos dijeron que podría ser también anexo, pero esto no se precisó.
Testigos dijeron que escucharon primero la llegada de una moto, y que un sujeto bajó con un arma mientras el otro se mantuvo montado en el vehículo en espera del regreso de su cómplice.
Desde la puerta comenzó hacer disparos, aunque no se precisó sobre a qué persona fueron dirigidos, pero “para no fallar” el delincuente primero mató directamente a dos e hirió a otra, entre la que se especuló, sin comprobación, que se trató de una mujer.
Dos murieron en el lugar y la otra estaba moribunda cuando llegaron las unidades de auxilio médico, pero en la aplicación de los primeros auxilios de estabilización para conservarle los signos vitales, ya no pudo responder y dejó este mundo.
En este caso, no se precisaron las identificaciones de las víctimas, aunque los peritos de la Fiscalía hicieron su trabajo para elaborar las carpetas de investigación y con ellas, tratar de resolver otro más del elevado número de muertos impunes, a cargo de los delincuentes.
LOS ANEXOS SON RIESGOSOS
Con la muerte de estas tres víctimas, algunas personas que tienen estadísticas sobre los ataques en los anexos, no solo de esta ciudad sino en otras de la entidad, registran numerosos ataques con resultados de masacres.
Uno de los mayores se registró en un anexo de Irapuato, en donde fallecieron a balazos no menos de 25 personas, en donde una ya saldría el día siguiente.
Pero el problema de estos ataques no es que los delincuentes quieran terminar con todos, alcohólicos o drogadictos, sino que desgraciadamente como se da cabida a todos “los que lo necesitan”, se mezclan “buenos con malos”.
Muchos delincuentes se “escudan” en los anexos para tratar de escapar o esconderse de sus enemigos, los que normalmente ya recibieron amenazas de muerte, por no cumplir sus acuerdos, pero los sicarios, al no conocerlos realmente, se llevan entre sus balas a personas inocentes.
Realmente en este caso, las autoridades de la Fiscalía será la encargada de descubrir a la víctima a la que iban las balas, aunque por ahora, tres familias no disfrutarán de la Rosca de Reyes.