
Si sientes que no puedes deshacerte de tu ex, o que pase lo que pase no logras terminar la relación, quizá estás en un ciclo vicioso. Aprende a soltar esa relación intermitente y date el lugar que mereces
Estefanía Montero
Cortazar, Guanajuato, México
A veces regresar con tu ex es dejar que el amor gane, y a veces, es señal de que estás en una relación intermitente. Te explicamos por qué regresas con tu ex como si fueras un boomerang.
Terminar una relación para volver a ella a la semana no tiene mucho chiste que digamos. Pero a veces la comodidad pesa más que el amor y el círculo vicioso no para. Son relaciones intermitentes así que checa si no andas metido en una y si sí, déjala ir de una vez por todas.
Cortar, regresar, cortar
Las relaciones intermitentes son esos intercambios que nos enfrascan en un círculo de indecisión interminable con encuentros y separaciones una y otra vez. Muchas veces, sabemos que la relación ya no da más, pero no podemos dejarlo ir. ¿Te ha pasado?
Esta necesidad de seguir, o esta creencia de que con otro intento algo puede mejorar, da origen al círculo vicioso de la “intermitencia”, que pudiera parecer menos nocivo que el de las relaciones tóxicas, pero igual genera daños emocionales en quien las experimenta.
¿Por qué regresas con tu ex?
A diferencia de las relaciones fugaces, donde alguno de los involucrados dice adiós de la noche a la mañana, en relaciones intermitentes la persona se aleja para después aparecer y más adelante volver a desaparecer. Estos intercambios construyen un estado de ansiedad, pero también de anhelo, al tiempo que se anticipa el fracaso se abre un vacío emocional que no nos deja ni estar en el presente, ni planear el futuro. Esto puede hacer que se pierda la confianza en uno mismo, en el otro y en la posible relación.
¿En qué momento?
En las relaciones intermitentes, como boomerang que sueltas y regresa a ti, hay un malestar que se va acumulando en el transcurso de la relación, que empeora la experiencia de desesperación, duda, y resentimiento en la convivencia. Aunque se experimenta la necesidad de darle la vuelta a la página, apegarse a la ruptura parece imposible.
¿A qué costo?
Pooor supuesto que el ir y venir no es algo de a gratis. El efecto de esta constante indecisión-acción-decepción-regreso causa, en la mayoría de quienes lo viven, cansancio físico, desgaste emocional, círculos de violencia, e imposibilidad de emprender nuevos proyectos. Son relaciones agotadoras, pero que suelen engancharnos como lo hace una droga. Y ojalá ahí quedara, pero hay más.
Este tipo de relaciones, nos dejan con efectos psíquicos, psicosociales, y físicos súper contraproducentes.
Efectos psíquicos
- Afecta la autoestima por la sensación de incompetencia.
- Falta de concentración en el trabajo.
- Falta de ilusión y ánimo.
- Creciente ansiedad.
Efectos psicosociales
- Sensación de vergüenza, desamparo, y humillación.
- Desaparece el interés por convivir y conocer gente nueva.
- Efectos físicos
- Insomnio
- Dermatitis
- Dolores de cabeza
- Cansancio crónico
¡Ya suéltalo!
Para que tu relación boomerang se convierta en un frisbee que puedas soltar, debes:
- Reconocer el círculo vicioso en el que te encuentras atrapado
- Nombrar el problema
- Dejarte sentir el resultado emocional de este ciclo
- Descubrir alguna clave que te acerque al problema
- Hacer un plan de salida con puntos y fechas para irte preparando
- Valorar los efectos de las acciones emprendidas
- Hacer cosas que te motiven y despierten tu interés en otras cosas.
Recuerda que nada es para siempre. Seguro podrás nombrar cosas que te atoraron en el pasado y pudiste superar, ¿verdad? Pues esta puede ser una de ellas.