By Celaya, Gto.- En esta ciudad continúa el terrorismo entre los uniformados, y este viernes no pudo ser la excepción, pues cuando se disponía cubrir su turno en la dirección de Seguridad Ciudadana, a las 6:15 de la mañana, un policía fue ejecutado en la puerta de su vivienda.
Testigos dijeron que como era normal, el elemento de la policía, iba a montar su motocicleta para ir a su centro de trabajo en alguna de las sedes, ya sea en la colonia Fovissste o en la calle de Pípila, pero nunca llegaría porque las balas traicioneras emitidas por un sicario se lo impidieron.
El cuerpo del hombre de 32 años quedó tendido frente a su casa en la calle de Parque Flores en la colonia del Parque, y cuando los paramédicos llegaron, todavía tenía hálitos de vida y rápidamente lo trasladaron a un hospital en donde los médicos hicieron lo posible por salvarle la vida.
Desgraciadamente, el hombre uniformado, que formó parte de la Banda de Guerra policial, tenía graves heridas en órganos vitales que no respondieron a los esfuerzos de los galenos y la vida se les escapó entre las manos.
Algunos de sus compañeros de labor para dar seguridad a los ciudadanos, dijeron que tenía unos cinco años en la corporación, e incluso, se le relacionó como parte de la escolta del director, pero esa versión fue desmentida por la misma dirección, la que especificó que era policía raso.
Desgraciadamente este elemento, del que no se precisó si estaba o no armado, fue víctima de los disparos de moto sicarios, los que con antelación lo estuvieron “cazando” con el cronómetro de su llegada y salida de su casa para ir a trabajar, y este viernes, le dispararon cobardemente.
Los peritos de la Fiscalía estuvieron en el lugar para levantar algunas evidencias y tratar de determinar, a través de los casquillos, a que grupo delincuencial pudieron pertenecer y si es posible, con investigaciones concretas y profundas, tratar de detener a los asesinos.
Este policía murió al igual que otros en diferentes partes de la ciudad, a los que “cazan” cuando salen a cubrir sus puestos, cuando están “francos” o de descanso.
Aunque todos los uniformados señalan mantenerse en “la raya”, se percibe un “tufillo” de terror, que es al parecer es el que buscan los delincuentes “mata policías” “para trabajar a sus anchas”, luego de que la autoridad ya está totalmente rebasada.
