Cortazar, Gto.- María Rojo, actriz y política, opinó que la ciudadanía exige un cambio total en el Gobierno y consideró que no habrá otra opción que la izquierda, al mismo tiempo en que comentó sus diferencias con Televisa.
En su presentación durante la Feria del Libro, Primavera de Letras, la actriz abordó varios temas, entre ellos de que canceló su presentación en Celaya, por un problema de una llanta especial que usa su camioneta BMW 2002.
Después de leer una parte de la novela Diles que no me maten, de Juan Rulfo, María Rojo, acompañada por el alcalde Hugo Estefanía regidores y miembros del Ayuntamiento, aceptó contestar a las preguntas de los reporteros.
Y aunque aceptó ser de izquierda, "no para conseguir un cargo, porque ya fui diputada federal, senadora y fue delegada en Coyoacán", dijo que en México ya se requiere un cambio y que se ve venir.
En su trabajo profesional, fue muy crítica contra Televisa, "en donde estoy vetada, como con otros artistas como Pedro Fernández, al que corrieron porque en una serie, "no le gustó a una colombiana la forma en que la besaba".
Pero en el diálogo con la asistencia y los representantes de los medios, María de Lourdes Rojo, no solo habló del medio artístico, sino que también abordó temas políticos, y dijo que desde joven fue de izquierda como su madre.
Con respecto al problema de cisma que tiene el PRD a nivel nacional, dijo que concretamente en Guanajuato, tiene conocimiento de que Hugo Estefanía podría unificarlas y dar un buen papel en las elecciones del 18.
"Ya ganó la presidencia municipal, y la ciudadanía tiene una buena opinión, porque transforma Cortazar", al mismo tiempo en que se comprometió a regresar, "cuando haya un nuevo acontecimiento del triunfo de la izquierda", señaló.
El diálogo con la ciudadanía y los reporteros se extendió cerca de dos horas, y también dijo diferir de la opinión de la diputada priísta Yulma Rocha, cuando dijo que "con López Obrador, sería una dictadura peor que la venezolana".
Y criticó también a los legisladores perredistas que tienen departamentos en Miami, de los que señaló, "ellos no son, ni nunca fueron de izquierda", y añadió que ahora la guerra política por el poder, será más dura entre todos.