Villagrán.- Un decena de militantes del Movimiento de Regeneración Nacional se manifestaron durante la visita de su dirigente nacional Andrés Manuel López Obrador, quien se reunió con simpatizantes y militantes en el salón Montoya, donde como es tradición, arribó con más de una hora de retraso.
Las inconformidades versaban en contra del dirigente estatal Ernesto Prieto, la celayense Fidelina Bautista y el secretario de organización Tomás Pliego, a quienes acusan de manejar al partido al contentillo, con puros allegados y otorgar cargos y candidaturas por “dedazo”.
A nivel local, señalaron que no tomaron en cuenta a los miembros del partido para el cambio de la mesa directiva, en la que nombraron a Armando Mejía como delegado municipal, por lo que la gente que apoya al ex candidato a presidente municipal Salvador López, dijo que no fueron tomados en cuenta para nada.
Entre gritos y pancartas, señalaban que no aceptarían imposiciones, sin embargo López Obrador siguió dando su discurso, aunque después de unos minutos prefirió parar y señalar “en otra ocasión seguimos”, sin que se acercara a los inconformes o les diera la palabra, mientras Malú Micher Camarena ya había tratado de conciliar antes con ellos.
Ya en Juventino Rosas, el dirigente de MORENA dijo que seguramente había “mano negra” en la manifestación donde además hubo representantes de municipios como Salamanca, Guanajuato, León, Irapuato y San Luis de la Paz, y aseguró que seguramente hubo manipulación por parte del Gobierno del Estado, que es especialista en infiltrar gente para dividir, al tiempo que negó, recurra a las imposiciones dentro del partido.