Opinión

EL TREN EQUIVOCADO. Doble o nada.

Por: José Luis Ramírez.

Hace unos meses, advertí sobre la salida de los trenes de carga de la mancha urbana. Las empresas ferroviarias, ya tenían un avance muy importante del libramiento sur por donde circularían sus trenes. Hoy, todo parece indicar que es un hecho.

Retomo algunas ideas para esta columna, en virtud que el Crucero Brillante, o punto de intersección en donde se cruzaran ambas líneas, la de sur a norte, y la de oriente a poniente, o viceversa, se concluirá. Gracias a ello, Ferromex, iniciara su primer trayecto fuera de la ciudad.

Le comento, que la empresa Ferromex en acuerdo con el Gobierno Federal, en concreto

la SICT, realizó el Distribuidor Celanese a cambio de la ampliación de la concesión para usar los derechos de vía por 10 años más. El cruce acostumbrado de las empresas ferrocarrileras por Celaya, ahora se realizará en la periferia de la ciudad, es una acción estratégica para ellas, y un negocio frío de carácter trasnacional, que impacta de manera colateral a la ciudad.

Igualmente, la segunda etapa de este desarrollo, consiste en una gran central para la concentración, descarga, almacenamiento y traslado de mercancías de estas empresas, al que han llamado Puerto Seco, o Estación Intermodal. Este proyecto está más arropado de especulaciones sobre los beneficios, que por datos duros que lo demuestren.

Es un hecho que ambas empresas ferrocarrileras Ferromex y Kansas City Southern de México (KCSM), aprovecharán ese cruce perfecto para la creación del “Puerto Seco”, pero lejos de festinar nosotros, insisto, hay que estudiar, evaluar y trabajar en el impacto social y económico de esta obra. En principio, por el gasto que representa para el municipio, desarrollar una infraestructura urbana como agua potable, carreteras, iluminación, drenaje, transporte, limpieza, vivienda, salud, y seguridad. No estoy hablando del territorio que ocuparan para las bodegas, y los patios de maniobras, sino de las necesidades de la población cercana a ese conglomerado logístico.

No será un lunar aislado, por el contrario, el impacto en principio será para las pequeñas comunidades que están alrededor. Es decir, la especulación de la tierra y la vivienda, será uno de los factores que incidirán en el entorno económico, como ya lo ha sido con la compra y reventa de la tierra en esa zona para el libramiento ferroviario, que por cierto no ha culminado cabalmente.

El desarrollo económico con bienestar compartido es el paradigma de los nuevos tiempos, eso significa que la carga de la infraestructura para las inversiones no solo sea para el municipio, como lo ha sido siempre, al desviar los ingresos del pueblo para beneficio de una supuesta generación de empleos, o de los desarrolladores de fraccionamientos en lugares alejados. Cada acción que impacte el territorio del municipio, debe ser analizada en un ejercicio de corresponsabilidad con el futuro de Celaya y sus habitantes.

El libramiento ferrocarrilero, será un alivio para la ciudad, ya que terminará, en cierta medida, con la pesadilla en la que se convirtió para la movilidad en la ciudad. Desde el punto de vista social, el cruce del ferrocarril fragmentó la ciudad, generando abandono y marginación en la población que vive en los márgenes de las vías, al impedir la integración territorial, y el desarrollo habitacional, creando cinturones de pobreza y expresiones delincuenciales. La salida de los trenes de carga de la mancha urbana es una oportunidad para replantear el uso de los espacios que quedaran disponibles. La ciudad merece estos espacios para el bienestar de la población.

En julio del 2019 la Secretaría de Infraestructura, Conectividad y Movilidad (SICOM) de Gobierno del Estado, presentó los resultados del Plan Maestro y Estudio de Movilidad para el aprovechamiento del derecho de vía de las líneas A y NB del ferrocarril. Ese proyecto fue contratado por Gobierno del Estado y elaborado por la empresa guanajuatense Ad Hoc Consultores Asociados S.C., tuvo una inversión de 7 millones de pesos. El planteamiento ya está hecho, no es una ocurrencia política.

El objetivo de ese proyecto es utilizar de manera íntegra, el derecho de vía que dejarán las empresas Ferromex y Kansas City Southern de México (KCSM), una vez que comience a operar el Libramiento Ferroférico, que permitirá librar el paso del tren por la ciudad.

El Plan Maestro y Estudio de Movilidad cuenta con tres diagnósticos: el urbano y de movilidad para conocer los aforos vehiculares, peatonales y de ciclistas; el conocimiento del Sistema Vial, del Transporte Público, de inmuebles catalogados o protegidos, y el de seguridad pública.

Igualmente, contempla un programa de construcción de espacios en un periodo de 3 a 5 años en diferentes etapas, y en donde la inversión requerida supera los mil millones de pesos. Cifra similar invertida por Ferromex para el Distribuidor Celanese que se ha concluido frente a las instalaciones del elefante blanco llamado Ecoforum. Es decir, el costo no es una utopía, ni una quimera.

En ese momento, se dijo, “deberá iniciarse la elaboración de los proyectos ejecutivos para desarrollar una mejor infraestructura como: parques, ciclovías, vialidades, puentes, sistema de transporte y cruceros que mejore la fluidez del tránsito local y foráneo, además de apoyar en el ordenamiento del flujo vehicular de las rutas actuales”. Debo decirle, que, al cesar el cruce del ferrocarril por la ciudad, las vías serán innecesarias, se acabarán los cuellos de botella y las cicatrices sociales que nunca terminaron de cerrar a sus costados.

Ferromex ya ha concluido el libramiento de oriente a poniente, y dejará de cruzar la ciudad una vez que coordine y acuerde su cruce con las vías de Kansas City en el sur de la ciudad. Es decir, ahora que esté concluido el CRUCERO BRILLANTE que seguramente será en unos cuantos días. Lo anterior, le plantea al gobierno municipal dos escenarios: uno, continuar con la gestión del Plan Maestro y Estudio de Movilidad para el aprovechamiento del derecho de vía de las líneas A y NB del ferrocarril, para ocupar el primer espacio liberado de oriente a poniente, y que se convierta en un PARQUE LINEAL, que sea generador integral de bienestar y desarrollo social en beneficio para toda la ciudad.

El otro escenario, es gestionar el proyecto de los especuladores de la tierra y los desarrolladores de vivienda para construir el tren ligero, o interurbano, propuesto y gestionado por el expresidente municipal Ismael Pérez, y apoyado por su amigo, el actual alcalde Ramírez. Con ello se verían beneficiados para plusvalízar sus terrenos, y el desarrollo de vivienda en los lugares más apartados en donde son poseedores de tierras. Este proyectito tuvo un costo de 3 millones de pesos pagados por el Gobierno Estatal -con dinero de los guanajuatenses-, a pesar de su inutilidad para los celayenses. Fuentes cercanas a estos gestores, revelaron que fue modificado su resultado original para presentarlo como rentable.

Pensar en mantener las vías y un trenecito es una barbaridad, es apostarle a mantener esa división que impide integrar la ciudad, y generar bienestar para toda la población. Desde el punto de vista político, será un tiro en la cien para Morena; la irritación social podrá ser visible o invisible, pero una cosa es cierta, el día de la votación se reflejará con gran nitidez. Por el lado de la inversión, los promotores pretenden que sea estatal, la pregunta obligada es ¿de dónde saldrán los 10 mil millones de pesos para la implementación de este tren “ligero”, cuya operación costará 370 millones de pesos anuales?

Como dicen los versados en los temas del poder y la simulación: “en política no hay casualidades”, en ese sentido, el despido de la Arquitecta Elizabeth Arroyo Salazar para colocar en su lugar, en la Dirección de Movilidad y Transporte Público, a un familiar y gestor de Ismael Pérez Ordaz, no es casualidad. Técnicamente le dan el control de esa dirección, para generar la interlocución directa con los funcionarios que puedan apoyarlo en sus intereses y ambiciones.

Un ejemplo más de esa extraña afinidad que parece servidumbre, de la nueva administración, fue la primera reunión de ayer del gabinete en el Double Tree -fuera de las oficinas institucionales-, con el grupo que encabeza el ciudadano expresidente de los “moches”, Ismael Pérez Ordaz. El alcalde les cumplió, les rindió cuentas, tal como lo había prometido.

Para ilustrar la reunión, publicaron una foto que dice más que mil palabras, al extremo, está el ciudadano alcalde, al centro Gustavo Barrón Hernández, quien encabeza un juicio ordinario civil, en donde demanda al municipio de Celaya la rescisión del contrato de donación de 29 de marzo de 2005 respecto a una fracción de terreno de 162,543.55 metros cuadrados aledaña al Río Laja, terreno que actualmente ocupa el PARQUE BICENTENARIO. En el otro extremo, Ismael Pérez Ordaz, con su característica mueca de felicidad.

En contraparte, a lo anterior, hoy se realizó en Juan Martin con los comisarios ejidales una reunión con funcionarios estatales para atender la problemática que aún pervive por la construcción del libramiento ferroviario, y por allí aparecieron funcionarios municipales sin mayor capacidad de dialogo, o de decisión. No acordaron nada, y se volverán a reunir, los mismos en el mismo lugar, a finales de este mes.

Ya salió un tren equivocado, sin regreso.

REVOLCADERO.

Para cerrar esta columna tan grata para mis tres lectores, les comento, aún no ha concluido el proyecto sobre el paso y estación del TREN DE PASAJEROS FEDERAL MÉXICO-QUERÉTARO-GUADALAJARA, para nuestra ciudad de Celaya. Pero un dato importante es lo que afirmó Alejandra Ojeda, directora de IMIPE, “será aéreo o subterráneo”, eso me alegra y espero sinceramente que no la desmientan o la despidan.