Opinión

Doble o nada LA MAFIA PERFECTA

Por: José Luis Ramírez

La descomposición política, frente a las desigualdades estructurales que generan profundas injusticias económicas, jurídicas, culturales, educativas, y ahora de seguridad, tienen a nuestro país sumido en un infierno.

Desde hace tiempo los políticos le reviran a la sociedad la culpa de la situación de violencia y muerte que hay en nuestro diario vivir. Ese discurso apoyado desde instituciones “que velan por las familias”, y claro, por su beneficio primordial, también han sostenido que la culpa de las malas costumbres, es el núcleo familiar.

Lo cierto es que tenemos una casta política depredadora, antes asociada a mercenarios de la explotación de recursos naturales y humanos, y ahora, al crimen que organizaron, ese lienzo no le envidiaría nada a Brughel el Viejo, en su obra “el triunfo de la muerte”. Y bueno por otro lado, el inmenso poder político que han tenido sobre el uso de las Leyes y las instituciones, les ha permitido mantener en la impunidad toda clase de actos de corrupción que han dejado en la indefensión al país. Claro, no era la dictadura perfecta a la que aludía Vargas Llosa, era la Mafia perfecta.

“El Estado soy yo”, dicen que esa frase salió de los labios de Luis XIV, fue coronado rey a los cinco años, así que todo pudo ser. Pero lo interesante, mas allá de lo anecdótico, es que esta idea “significa que el gobernante encarna al Estado, que su voluntad es la suprema ley y que resume en su persona todos los atributos y potestades estatales”. Luis XIV, el rey sol, a 297 años de su muerte, tuvo un renacimiento paródico en las tierras de Aztlán menos poderoso, pero tan peligroso como él.

El Estado, para decirlo brevemente es un pacto social, entre los ciudadanos y quienes lo representan. En ese sentido, la representación tiene una estructura, conformada por los que tienen el mandato para la protección del patrimonio y la integridad física de los habitantes de un país, y el país mismo. La forma de gobierno, desde luego, a diferencia del rey sol, no se centra en una persona, ni en un culto, ni en el control personal, sino se amplía a los representantes del pueblo.

Los teóricos de la política, señalan que en una democracia hay distribución y división de poderes, pero la base de ello, es la aceptación de un documento que lo constituye formal y legalmente en un tiempo y un espacio. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para nosotros sería el acuerdo social bajo el cual nos gobernamos y organizamos socialmente. De tal manera, que ningún Rey, bajo ningún mandato divino podría gobernarnos, o representarnos. Vargas Llosa de manera muy precisa, revela que aun con Leyes e instituciones, la dictadura o la monarquía, es posible, enmascarándola con el rostro de la democracia. México, tiene pruebas.

Cuántas veces nos hemos preguntado por qué hemos llegado a estos extremos de violencia y crimen, si jurídicamente tenemos como forma de gobierno la democracia, y bajo ese supuesto, la sociedad y sus representantes gobiernan para darnos paz, seguridad y respeto a la vida.

En el año 2000 dimos por hecho que la historia de la dictadura perfecta del PRI, había terminado. Nunca hubiéramos imaginado que las urnas electorales, las estaban usando como maceta para sembrar la alianza entre la delincuencia y los Reyes de oro que gobernarían 18 años seguidos. El pasado como la verdad aparecen con su desnudez impoluta, y la asociación secreta entre los traficantes de drogas y el circulo cortesano del rey están a la vista.

Esta asociación malsana, ha traído como consecuencia decenas de miles de muertos, y miles de familias que sufren por la putrefacción de un sistema político que puso todo el aparato de dominación del Estado, al servicio de grupos criminales, cuya aspiración fundamental era el poder y el dinero. La elite política, encontró una mina de oro en la protección a los traficantes; la otra, fue el desmantelamiento de todas las propiedades del Estado y la nación, para venderlas con su respectivo diezmo, y aun así, sus ambiciones siguieron pisando los sueños ya muertos de una nación confundida.

Los rostros del crimen y la violencia asoman día a día. La última Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública y la Encuesta de Dinámica Demográfica –ambas del INEGI-, señalan que cerca de 500 mil personas han tenido que abandonar sus domicilios y su historia personal por la inseguridad. Guanajuato ocupa el tercer lugar nacional con mas de 40 mil desplazados, son datos oficiales. La realidad, nos dirá con el tiempo la verdad.

Dicen que el poder absoluto corrompe absolutamente, así que para ejercer un poder absoluto, hay que corromper absolutamente todo. Así funciona un sistema, engrane por engrane, de mayor a menor, y luego de menor a mayor. Un sistema es un orden cerrado, por eso los políticos en el poder, lo usan. Cuando hablamos de presidencialismo en nuestro país, no decimos otra cosa, que el Presidente asume el control y el poder sobre el sistema político corrupto. Y en términos políticos, el sistema funciona de arriba hacia abajo: Gobierno federal, gobierno estatal, y finalmente el gobierno municipal. Por eso, el crimen pudo organizarse y crecer en el lugar de su preferencia. Esa es la respuesta.

Ana de Austria, le encargó al cardenal Mazarino, la educación de su infante el Rey Sol, y se dice que éste le enseñó la importancia y el sentido que tenía la realeza, además de aconsejarle que se sirviese de los hombres para que éstos no se sirvieran de él. Hoy, Genaro García Luna, alfil de primera línea de los últimos tres presidentes de la Republica, señalado en el 2013 por la revista Forbes como uno de los 10 hombres mas corruptos de México, sabrá quién se sirvió de quién.

Revolcadero.

De pechito. De acuerdo a las reformas de la Ley de hacienda para los municipios del Estado de Guanajuato, que entraron en vigor el día 25 de noviembre de 2019, “los solares urbanos, titulados por medio del programa de certificación de derechos ejidales pagarán impuesto predial”. Miles de familias de las 65 comunidades de Celaya empezarán a pagar las chuletas del gobierno de Elvira Paniagua.