Opinión

DE GRILLOS, CUCARACHAS Y OTRAS PIFIAS. Doble o Nada.

Por: José Luis Ramírez

El mes pasado con la lluvia se limpió el cielo y se abrió una ventana al infierno para la ciudad.  Estos últimos días, pareciera que serían de cierre puntual de temas y gestiones que había realizado el municipio, pero como dice el refrán, “El hombre propone, Dios dispone, y el diablo descompone”.

De los asuntos del día a día, que agobian a los celayenses, es la inseguridad. La presencia del gobierno federal (Sedena, Guardia Nacional), y las acciones regionales y locales de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, han permitido que los homicidios dolosos bajen en Celaya. Pero, por otro lado, los delitos que han aumentado son la extorsión, el narcomenudeo, la violencia intrafamiliar, las lesiones dolosas, el robo a transeúnte y el homicidio culposo.

Aunque los homicidios dolosos han disminuido, la extorsión sigue siendo un problema para comerciantes y empresarios. Además, existen otros delitos que han afectado a la ciudad, como el robo a negocio, que ocupa el primer lugar en incidencia delictiva, y el robo de combustible, que ha contribuido a la violencia en la región. Por eso, los tiempos no son de celebraciones, ni de propaganda política para levantar la popularidad. La narrativa que nutre la realidad, lo demuestra.

El lunes 23 de junio después de un discurso ampuloso, innecesario, y retador, el alcalde dijo: “Celaya está en pie y no volverá a caer… la seguridad no es negociable”. Adornó el discurso mencionando una gran compra y entrega por 91 millones de pesos de vehículos, equipamiento y enseres para la seguridad. En esos momentos en que leía su arenga eran asesinadas dos personas en una panadería, y por la tarde fueron masacradas 4 personas, y tres más fueron heridas. En su perorata propagandística, había dicho: “está ciudad está resucitando”.

Al día siguiente, declaró, “A pesar del día violento en Celaya vamos bien”. E inició una campaña en medios con un video que repite el mismo discurso triunfalista del lunes negro. Por muy caradura que sea un servidor público, es de mínima ética guardar respeto al duelo, no solo de las personas fallecidas, sino de los cientos de familias que han sufrido el deceso de sus familiares, y de quienes a diario sufren los estragos de la violencia y la delincuencia.

La entrega del equipamiento con el objetivo de mejorar la seguridad, también llegó en un mal momento. Días antes, los regidores miembros de la Comisión de Contraloría y Combate a la Corrupción, encabezados por el regidor morenista Miguel Villanueva, visitaron el comedor del Instituto para la Formación Policial (INFOPOL), y encontraron “Comida insalubre, con sobreprecio, cucarachas, porciones pequeñas y de mala calidad”. Los regidores pidieron a la Contraloría, que investigará, porque no solo era un asunto de “mala comida” y riesgo sanitario para los cadetes y policías, sino porque en abril de este año se le renovó, a las mismas empresas, el contrato para preparar los alimentos por 24.9 millones de pesos. El alcalde respondió que es “grilla”, y afirmó que cancelaría el contrato, a las empresas Comedores Profesionales Capital Humano S.A., y Deli Dieta S.A. ¿Era grilla?

Resulta contradictorio que los discursos invoquen la seguridad como su principal objetivo, y desatiendan la salud de quienes deben hacerlo. Por eso lo ocurrido en el comedor del INFOPOL no es un asunto de grillos o cucarachas, es más delicado y profundo porque renueva la desconfianza ciudadana, y alimenta las sospechas de corrupción.

APOLOGIA DE LA IGNORANCIA.

Como usted recordará, desde el mes de marzo ha sido un tema recurrente en la “mañanera del pueblo”, los narcocorridos y el elogio al delito que promueven algunos grupos de música. Y precisamente el grupo más señalado en los últimos meses, fue anunciado para una presentación en Celaya. La solicitud y permiso oficial del grupo “Los Alegres del Barranco” en el Ecoforum municipal de Celaya (ubicado en la antigua Celanese), fue gestionado, según el alcalde Ramírez, por los regidores –se refería técnicamente a la Comisión de Gobierno, Reglamentos y Justicia Municipal, presidida por Francisco Torres, incluso los conminó a revisar ese tipo de viabilidades. Pero días después, aclaró, que no fueron ellos, ni tampoco un particular, quien gestionaba el permiso, sino la Dirección del Ecofórum. En ese contexto, en una apología de la confusión, la insensatez, y la ignorancia, nuevamente la alegría se le fue al barranco. El desliz fue noticia nacional. El periódico Correo, caricaturizó al alcalde Ramírez disfrazado con botas y sombrero, expresando una frase tenebrosa: “En Celaya no bailamos de éstas”.

SIN CONTROL NI CONFIANZA.

Igualmente, otro tema relacionado con la seguridad ha sido el examen de control y confianza que deben aprobar quienes aspiran a ser policías municipales, o que ya lo son, pero irregulares. En una sorpresiva declaración el 11 de junio de este año, el servidor público que funge como alcalde, dijo que el Gobierno del Estado y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) autorizaron que los cadetes de la corporación local puedan realizar sus exámenes de control y confianza en instalaciones federales, en lugar del Centro Estatal de Evaluación de Control y Confianza (CECC). Afirmó, “ya nos dieron luz verde, aunque no oficialmente con oficio, pero sí con declaraciones”.

Hace 6 días, el 24 de junio, volvió a informar que “tendría una reunión en León con el director del Centro de Evaluación y Control de Confianza, para evaluar opciones” después de que el Municipio le solicitó a la Sedena realizar los exámenes. Con esa agilidad y claridad mental que le caracteriza, dijo: “Sedena no requiere de nosotros, realmente cuando le hicimos propuesta y después nos contestaron, pues es como una ayuda de Sedena, pero ellos no se dedican a eso, y los de León sí se dedican a eso, porque es un protector estatal, y para ellos es muy importante que sigamos haciendo los exámenes ahí”. Mentía y se desmentía como es su costumbre.

Lo cierto es que los exámenes de control y confianza para elementos de seguridad pública, incluyendo policías municipales y cadetes del Infopol, están regulados principalmente por la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y los acuerdos del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP).

Oficialmente, en Guanajuato, los exámenes son aplicados por el Centro de Evaluación y Control de Confianza del Estado de Guanajuato (CECCEG). De tal manera, que el ciudadano presidente, echó las campanas al vuelo antes de tiempo, sin contar con la información puntual y jurídica que impidiera generar confusión y expectativas infundadas. En síntesis, no hay nada firme, o como lo expresara en algún momento: “vamos bien, no hay retraso, pero tampoco hay adelanto”. Mientras son peras o manzanas, informó que policías municipales fueron dados de baja por no aprobar los exámenes, “fueron muchos, fueron unos veintitantos o 30 un promedio”. Si usted observa, hay demasiada confianza, y poco control.

ALCALDES EN LA LUPA DE LA FGR.

Como todo tiempo de aguas, cuando llega refresca, alimenta la tierra, y limpia nuestra ciudad. Y parece que las lluvias de junio traían a su lado los asuntos que resuenan en nuestros oídos porque están sin resolver. El 20 de junio, el Secretario de Gobierno de Guanajuato, Jorge Jiménez Lona, hizo público, que  la Fiscalía General de la República (FGR) investiga a alcaldes y a diputados de Guanajuato que presuntamente tienen vínculos con el crimen organizado. El funcionario estatal dijo que “no hay carpetas judicializadas, pero que se está trabajando”. Tema medular, sin judicialización, “no lo sé Rick”.

Como usted recordará, el pasado 7 de abril de este año, hubo un evento que se relaciona con lo anterior. El Fiscal del Estado, Gerardo Vázquez Alatriste, dijo que “el 11 de abril el propio alcalde celayense dará a conocer los avances que le compartió respecto a las investigaciones sobre el asesinato de la candidata a la presidencia de Celaya, Gisela Gaytán”. Enfatizo, “me parece por su expresión, que el alcalde va contento con la información que le he compartido”.

Y efectivamente el 11 de abril, el alcalde Ramírez, informó que “ya hay cuatro personas detenidas y se tiene identificados a los dos autores intelectuales del ataque -a Gisela Gaytán-, los cuales ya son buscados para ser detenidos por la Fiscalía. No pertenecen a ningún partido político ni ocupan cargos públicos”.

Parecía que ya todo estaba aclarado, pero al parecer no fue así, de tal manera que respondió a las declaraciones del Secretario de Gobierno, que cito líneas arriba. Manifestó que, “Sabíamos de esta investigación. El nuevo Fiscal del Estado de Guanajuato, la última vez que nos reunimos, nos dio información al respecto. Ahí vamos. Por desgracia, pasan los años y no hay resultados, como en el caso de Gisela. Pasan y pasan los años y no hay nada”. El primer aniversario luctuoso, se había conmemorado semanas antes.

Comentó que “aunque hasta el momento no tiene conocimiento de alguna investigación en su contra por parte de la FGR, no tiene ningún problema en colaborar y que ni él ni su gobierno protegerán a nadie”. ¿Era ociosa esa aclaración, o necesaria? Lo evidente, es que continua el malestar por la sombra de una investigación inacabada, que parece levantarse como una estrategia de contención, y amagos en determinados momentos políticos, que agudizan la desconfianza y acentúan la incertidumbre política en la ciudadanía.

 

EL DIA DE SAN JUAN.

Le cuento, junio en el calendario romano estaba asociado con los inicios, puertas y transiciones, quizá estemos viviendo algo parecido. En el mes de octubre del año pasado, a quince días de haber tomado posesión del cargo, el alcalde de Celaya, informó que se reunió con el General Luis Jaime Pinzón, para solicitarle la conclusión de las tres bases de la Guardia Nacional, planeadas para su construcción en Celaya.

Estas bases, estarían ubicadas en colonias y comunidades rurales, señaló que gestionaba recursos para finalizar tres comandancias antes de noviembre. A pregunta expresa de los medios, ¿Cuántos recursos se necesitan? Respondió, “No sé, pero se necesitan muchos recursos y ellos (Guardia Nacional) van a determinarlo…”

De cierto, las bases de la Guardia Nacional en Celaya son financiadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), que también se encarga de la construcción y equipamiento de las mismas. El municipio de Celaya contribuye con la donación de terrenos para su construcción.

El alcalde en ese momento expreso, que invitaría a la presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo a que las inaugure. Precisamente, el 21 de noviembre confirmó que la presidente Claudia Sheinbaum, en su gira de trabajo por Guanajuato, estaría en Celaya para inaugurar las bases de la Guardia Nacional, pero ella solo llegó a Silao.  A finales del mes de enero, declaró a los medios de información, que “las bases ya están construidas, pero aún no son puestas en operación”.

Debo decirle que, la construcción de bases y cuarteles de la Guardia Nacional en Guanajuato y en todo México, forma parte de una estrategia federal para fortalecer la seguridad pública, y la presencia militar en regiones con alta incidencia delictiva. Para junio del 2022, ya se reportaba la existencia de 241 cuarteles construidos, de los 248 planeados para los primeros tres años del gobierno federal. El objetivo, para finales de ese año, era llegar a 594 instalaciones propias para la Guardia Nacional.

Actualmente, hay en Celaya 2 mil 200 elementos de la Guardia Nacional y del Ejército, se alojan en bodegas, escuelas, en espacios deportivos, en predios de la zona urbana y rural, en los terrenos del Ecoforum, en el estacionamiento del Parque Bicentenario y en los hangares del aeropuerto en un encomiable esfuerzo institucional por garantizar la seguridad de los celayenses.

Casi seis meses después de lo anunciado por el alcalde, el 17 de abril, la Guardia Nacional inauguró oficialmente dos bases, ubicadas en Nuevo Santa María y Eje Juan Pablo Segundo, serán para dos compañías con 120 elementos, cada una. El servidor público, y alcalde de la ciudad, fue invitado a la inauguración, pero no fue el anfitrión. El discurso inaugural estuvo a cargo de Juan Manríquez Moreno, Coordinador Estatal de la Guardia Nacional en el estado de Guanajuato.

Y nuevamente en el mes de junio, con sus lluvias purificadoras, se inauguró el tercer cuartel de la Guardia Nacional, pero ahora en la comunidad de San Juan de la Vega.  El coronel de Infantería José Barragán Chávez, y comandante de la coordinación del trigésimo sexto batallón de la Guardia Nacional, estuvo a cargo del discurso principal. En una concisa exposición manifestó: “es el reflejo del compromiso del estado mexicano y de este municipio con la seguridad, la justicia y la paz”. Y expresó su agradecimiento en lo general, a todos los involucrados en la obra, sin un señalamiento especial. El alcalde fue invitado y agradeció la presencia de la Guardia Nacional, pero no encabezó la inauguración como lo señala el portal oficial del municipio. La doctora Claudia Sheinbaum, desde luego no estuvo en la inauguración.

Un día antes, el mero día de San Juan, la Cámara de Diputados había aprobado el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, la oposición denunciaba que con ello se militarizaba el país, mientras que la Doctora Sheinbaum, señalaba que era una estrategia para consolidarla como una fuerza de seguridad pública profesional y de carácter permanente. Al respecto, le preguntaron al alcalde: ¿Descarta entonces que sea una militarización de la seguridad, presidente? Y contestó con su temeraria profundidad filosófica: “Sí, porque en la práctica ya era un hecho eso, aquí lo único que están haciendo es oficializarlo, por eso no creo que sea una militarización, porque en la práctica ya era así”. Faltan otras inauguraciones.

 

HABRA FERIA EN VERANO.

 

El 20 de junio es el día más largo del año, para algunos, junio debió ser el mes más largo del siglo. Junio, no solo nos trajo el solsticio de verano, y la temporada de lluvias, también nos trajo por primera vez la Feria de Verano. Un evento que tiene un costo de 25 millones de pesos, pagado con dinero público, pero sin eventos gratuitos -son accesibles-, en donde los que más ganan son quienes traen la “cartelera de agrupaciones de primer nivel” que cobrarán 11 millones de pesos en promedio.

Debo decirle, que cualquier actividad cultural municipal debe tener un objetivo social, y tratándose de una Feria destinada a las “familias celayenses y de la región”, debe ser muy plural, es decir, abarcar a todos los aspectos de la vida municipal.

La primera duda que me viene a la cabeza, si es una Feria Familiar, ¿por qué se destina el 44% del presupuesto de la feria, a eventos que se realizarán en la noche, en un contexto de violencia y criminalidad? ¿Por qué ese 44% -11 millones de pesos-, se destina a promover únicamente a artistas de géneros como banda, norteño y corridos, que en general han sido criticados por promover narrativas que a veces incluyen violencia, machismo o estereotipos de género? ¿Por qué en un ambiente enrarecido por la narco-cultura, se incluyen a grupos que, si bien no hacen apología del delito abierto, son los iniciadores del “corrido bélico” moderno, que relatan la vida de personajes vinculados al narco?

Privilegiar únicamente este tipo de música en la Feria de Verano, refleja una falta de diversidad cultural, y de género en la programación, no existe la presencia de artistas femeninas o de géneros musicales que promuevan mensajes más inclusivos o igualitarios. Hay una larga lista de preguntas y cuestionamientos, pero sigamos adelante.

La inversión de 25 millones, desde el punto de vista de las carencias en servicios básicos de la ciudad, es una frivolidad política. Pero sí realmente fuera una inversión cultural, en términos de recuperación del tejido social, el enfoque debería de ser otro. Esa cantidad representa el 40% del gasto de TODO EL AÑO, del Instituto de Arte Cultura de Celaya, y ese evento consumirá en solo 10 días una cantidad similar. Si realmente, tuviera una intención de impactar positivamente en los jóvenes y en los niños, con esos 25 millones de pesos, se les podría entregar 26 mil 205 becas gratuitas para los cursos de verano de la Casa de la Cultura o de la Casa del Diezmo, que duran un mes, pero son una huella artística para toda la vida.

El diseño de este gasto, únicamente en la promoción de exponentes del regional mexicano y corridos, está claro que tiene una intención político-electoral, muy mal calculada, porque no “resucita la ciudad”, sino que la pone en riesgo y la sepulta. El hecho que no sea gratuita, la divide, la discrimina, y alimenta el rencor social.

Además, realizar la Feria de Verano fuera de la ciudad, es un sinsentido. El Ecofórum, es un elefante blanco que nació muerto. Su existencia ha sido una larga cadena de corrupción. Simular que tiene trompa, orejas, y que berrita será muy costoso.

Para concluir, le agradezco a mis estimados tres lectores su paciencia con esta acuosa columna, y reitero, esta Feria de Verano no representa otra cosa que un acto desesperado del alcalde Ramírez para evitar que su gobierno toque fondo, pero evitarlo es muy sencillo, primero hay que recuperar la autoridad moral, y política, y poner por delante los principios universales: no robar, no mentir y no traicionar al pueblo.

REVOLCADERO. ¿Por qué la presidente, Doctora Claudia Sheinbaum y la gobernadora de Guanajuato, Libia Denisse García, no invitaron a la presentación estelar del Polo de Desarrollo de Celaya al alcalde Ramírez?