Opinión

SI PIERDE CELAYA, PERDEMOS TODOS

José Luis Ramírez

A menudo cuando aprendes/ a tragarte el sable/ el circo ya está en otra ciudad. Así reza un aforismo de mi admirado Benjamín Prado, a propósito de mi columna de esta semana. Le cuento, hace un par de meses escribí una columna donde apuntaba doce razones por las que perdería el PAN en Celaya, ahora añado una, pero por la que ganaría.

Comencemos. En el 2018, el PAN con Elvira Paniagua obteniendo 58,535 votos, pero PIERDE 7,852 votos en relación a la elección 2015, a pesar de ser una elección presidencial; El PRI pierde en el 2018 con Montserrat Acevedo, obteniendo 17,230 votos, son 30,446 votos MENOS que la elección del 2015; Morena pierde en el 2018, pero alcanza una votación de 35,854 votos, con un incremento de 25,838 votos en relación a la elección del 2015 con Toño Chaurand.

En la elección del 2021, los focos rojos se encendieron, el PAN se había desfondado, las encuestas lo ponían por debajo del margen ganador, y lo obliga a entregar la presidencia municipal al ciudadano Mendoza Márquez, excandidato independiente, para no perder la elección. Las cuentas desesperadas del Pan fueron elementales, si sumaban los 58,535 votos de la elección anterior, con los 35 854 votos de Mendoza Márquez, obtenidos en la elección 2018, les daría 94,389 votos, y el resultado final mostró el tamaño del hueco, solo obtuvieron 66,397 votos, perdieron entre ambos 27,992 electores. Desde luego, el PAN gana.

EL PRI pierde con Jorge Estopellan obtiene 13,559 votos, DECRECE con 3,671 votos en relación a la elección del 2018; Morena en el 2021 alcanza una votación de 46,551 votos, pero incrementa su votación con 10,697 votos en relación al 2018, sus aliados Partido Verde y Partido del Trabajo, van con candidatos propios, y dividen la votación de Morena.

Estos datos nos muestran la caída del PRI, y el estancamiento de la votación del PAN, y el crecimiento de Morena. Le doy un ejemplo, en 1997 el PAN gana la presidencia municipal con 59,335 votos, y en el 2018 con 58,535 votos, con 21 años de diferencia, lejos de crecer, tiene 800 votos menos. Además, los electores han aumentado de 197,732 a 390,227, es decir, 192,495 más. Votan menos ciudadanos, pero el PAN sigue ganando con su voto tradicional.

En esta difícil, pero aun cómoda estadística, el PAN autorizó la reelección del ciudadano Presidente municipal para la elección del 2024, cuyos números en encuestas no son distintas al proceso electoral anterior, y nuevamente las ALARMAS SE ENCENDIERON.

El 22 de febrero, la encuestadora, Massive Caller, coloca a ARA MORALES, con un porcentaje de 13.3%, a Carmen Castrejón con 7.7%, y a Gisela Gaytán con 6.7%  de preferencias para ser candidata de Morena. Recordemos que, en la elección del 2021, Ara Morales, siendo candidata a Presidente municipal en acuerdo con Nueva Alianza, denunció ante los tribunales electorales, a Mendoza Márquez por el probable uso de recursos públicos, lo que lo obligó a retirar de su discurso, millonarias promesas electorales de infraestructura, y abandonar el uso de espacios públicos para su campaña electoral. Igualmente, en el curso de su administración, ella ha sido de las pocas voces opositoras al uso y abuso de los recursos públicos municipales, y una de las activistas sociales con mayor compromiso. Recordemos que en Celaya la candidatura es para el género MUJER.

Días más tarde, los focos rojos se volvieron a encender en el PAN, el 27 de febrero la empresa encuestadora DE CARÁCTER NACIONAL, RUBRUM, carea a Mendoza Márquez con tres de los aspirantes a candidatos a presidente municipal por Morena, y ARA MORALES supera a Juan Miguel Ramírez y a Gerardo Sierra con 29.2% de preferencia electoral, y se coloca a 3.1 puntos de diferencia del PAN. Ara Morales, estaría en un empate técnico, y con amplias posibilidades de ganar la contienda.

Inexplicablemente, a pesar de ser públicas y de notoriedad local y nacional estas encuestas, dos días después, el 29 de febrero aparece únicamente en la lista oficial de aspirantes registrados, Bertha Gisela Gaytán Gutiérrez, para encabezar la candidatura a la presidencia municipal de Celaya. Lo que genera un gran malestar en las filas de Morena, y no solo en Celaya sino en toda la región, porque ya se percibe una ola de imposiciones, y una falta de certidumbre en el proceso de selección de los candidatos.

En paralelo a la lectura de imposición en Celaya, siguen otros casos, la exclusión ilegal en León, el trueque de posiciones en San Miguel de Allende, en Tarimoro, que desencadenan protestas en actos públicos, e incluso en las mesas de registro interno en la capital en donde se manifiestan militantes de San Felipe, Dolores Hidalgo, Comonfort, San Miguel de Allende, Romita, Xichú, Apaseo el Grande, Pueblo Nuevo, Yuriria, y Guanajuato capital.

Igualmente, circulan en los medios de comunicación denuncias por la venta de candidaturas en Irapuato, el tráfico de influencias, la asignación de candidaturas a personajes no solo ajenos a Morena, sino de dudosa imagen pública, como Guillermo Medina Plascencia a quien se le otorga la primera regiduría en León. En la mayoría de los casos, refieren la intromisión de Ricardo Sheffield.

La protesta del sábado 9 de marzo en Celaya, en presencia de Gerardo Fernández Noroña, lo compromete a transparentar las encuestas, no solo los resultados, e igualmente, a enviar un operador político. Lo cual lo hace, con sujeto de nombre Horacio Flores, quien solo llega a validar al grupo de porristas de la persona cuestionada por su falta de legitimidad, y van más allá, formulan la planilla que competirá por la presidencia municipal, dejando fuera a la mayoría de los grupos con representación política y popular. Este otro hecho, irrita más a la militancia y a sus líderes, de tal manera que la práctica del dedazo, se reconfigura por encima de las normas de elección señaladas en la convocatoria.

En respuesta a este proceso, Ara Morales acreditando su interés jurídico, como candidato a Presidenta municipal, Juan Martínez como aspirante a Síndico Municipal, María Alonso, como aspirante a Regidor, impugnan la aprobación del registro, de Berta Gisela Gaytán Gutiérrez, y pretenden se le aplique algunas de las sanciones previstas en los artículos 128 al 134 del reglamento de la CNHJ y la Convocatoria.

Señalan en la causa, “que la denunciada ha cometido actos que contravienen la normativa interna de este partido político, y la vulneración del principio constitucional del deber de lealtad de los militantes, dirigentes, precandidatos y candidatos hacia los demás afiliados, o militantes del mismo partido político, así como la vulneración al proceso de selección”. Y refieren los hechos que fundamentan y motivan su petición.

Consideran motivos de agravio, “la violación grave a la normativa interna del partido, a la Declaración de Principios, así como a su reglamento por dañar gravemente a unidad del partido, y socavar la posibilidad de concretar el llamado Plan C del ciudadano Presidente Andrés Manuel López Obrador, así como la concreción del proyecto de nación planteado por la Doctora Claudia Sheinbaum, al conculcar derechos políticos de la militancia para su participación efectiva en los puestos de representación popular para los que se inscribieron”.

Señalan que “debe de determinarse que la persona denunciada no resulta apta para representar a este instituto político en el encargo para el cual ha solicitado su registro, y por tanto debe realizarse una nueva valoración de su perfil por parte de la autoridad interpartidista competente”.

En ese sentido, las medidas cautelares solicitadas son: se ordene el cese provisional de los derechos partidarios de la C. BERTHA GISELA GAYTÁN GUTIÉRREZ, en tanto se resuelva el presente procedimiento, y se ordene provisionalmente su cancelación como aspirante a algún cargo político, si este fuera el caso.

Esta respuesta de los afectados, desde luego rebasa el interés personal, porque los actos, motivo de esta impugnación afectan no solo a los quejosos, sino a la sociedad celayense en su conjunto, porque está de por medio, la confianza, y la responsabilidad de quien podría dirigir el gobierno y la administración municipal, afectando el espíritu de la soberanía popular en el sentido de que, todo poder dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste.

Es común que empresas encuestadoras, incluso aquellas, que tienen una inclinación política, tengan diferencias con otras, pero su margen es razonable. El 7 de marzo la empresa Massive Caller reporta en su encuesta una preferencia de 44.8% para Javier Mendoza Márquez; para Bertha Gisela Gaytán 22.8%. El 21 de marzo en su nuevo reporte, refiere que Javier Mendoza Márquez tiene una preferencia de 45.8%, frente a Bertha Gisela Gaytán con un 24.0%, el margen es de dos a uno a favor del Pan. No olvidemos que las encuestas no votan, pero señalan una tendencia, sobre todo cuando son sistemáticas.

Este proceso de nominación de candidaturas a través de encuestas del partido Morena, no solo ha reflejado protestas en Guanajuato, sino en diversas partes del país, porque no hubo certidumbre de la realización de las mismas. Los dichos y testimonios de los militantes, en el sentido que fueron repartidas las candidaturas entre los grupos de poder, es cada vez más frecuente, de tal manera, que todo apunta a una simulación, o un sesgo muy fuerte para dejar en manos de los grupos de poder la manipulación de las encuestas, si las hubiesen realizado.

En algunas impugnaciones que se han rechazado por motivos o causas similares, se puede constatar la meticulosidad del trato jurídico, hasta pareciera que se está denunciando a la Suprema Corte de Justicia, pero, por otro lado, las funciones de la Comisión Nacional de Elecciones, en sus atribuciones para registrar candidaturas a destiempo, “proponer candidaturas”, e invalidar quejas, es más flexible que gimnasta olímpica. Así que estamos frente a un escenario de mínimas posibilidades jurídicas, frente a un amplio escenario de lucha política de los militantes para regresar a la legalidad, la confianza y la legitimidad, no solo de los mecanismos de elección de las candidaturas, sino también la ética y la sensibilidad social de la burocracia partidaria.

Por ahora, solo estamos frente a la punta del iceberg, pero de no confirmarse con pruebas contundentes, qué casas encuestadoras que participaron, las licitaciones, las facturas, los costos y las evidencias de su realización, no será posible invocar un proceso democrático, legal, y ético. Recordemos que fueron cerca de 20 mil puestos de representación popular los que se concursaron, y el método usado, debió ser: encuestas con dos empresas, y una encuesta espejo de Morena con la observancia y conformidad de los encuestados.

De acuerdo a Zendesk, una encuesta por medios digitales cuesta entre 200 y 3 mil dólares; y una encuesta de público objetivo, entre 6 mil y 10 mil dólares. Recordemos que Morena pagó 15 millones de pesos por la encuesta con la que definió su candidatura presidencial (El País 25/nov/2023). Saque cuentas, y conclusiones.

 

Revolcadero.

LA OTRA OPOSICION. Massive Caller en su encuesta del 7 de marzo, reporta que Luis Guillermo Ortiz de Movimiento Ciudadano (MC) alcanza 3.8% de preferencias electorales, Jorge Enrique Velázquez del Partido Verde 3.7%. En una segunda encuesta del 21 de marzo, Movimiento ciudadano alcanza el 4.8%; y el Partido Verde alcanza el 2.7%, con los mismos candidatos. El Pan está temblando… Upss