Opinión

RECETA PARA GANAR ELECCIONES.

Doble o Nada
Por: José Luis Ramírez.

La política tiene cierto grado de imaginación, especulación, pero sobre todo lo que la define es una estrategia, es decir, cómo conseguir el propósito de la política para ser gobierno, en el supuesto, bien del pueblo. Pero algunos, sin más razón que la emoción, la pasión y la ambición se lanzan al ruedo en busca de la suerte.
Continuando con lo prometido en la columna anterior sobre el comportamiento electoral de Morena, y las tendencias en los municipios, le doy primero datos básicos que son el punto de partida, para que, apegados a un poco de sentido común, podamos vislumbrar la posible ruta y el destino final de la próxima elección:
En la elección intermedia del 2021, de Morena obtuvo 446,905 votos para diputados federales; para diputados locales, obtuvo 456,756 votos; y para los ayuntamientos 420,860 votos. Si usted observa, la votación en los Ayuntamientos fue menor con 36 mil votos. Eso puede obedecer a varias razones: una, que fueron más competitivos en la elección federal; dos, que los candidatos a presidentes municipales no fueron competitivos; tres, que una pérdida o redireccionamiento de 36 mil votos, es una alianza perdida, o mal intencionada.
Morena obtuvo el 20% de la votación para los municipios, pero sola gana 3 municipios, mientras el PRI con el 7.2% gana tres; el Verde con el 4.9% gana también tres; MC con el 5 % gana dos; Nueva Alianza con el 2.7% gana uno; el PRD con el 1.1% gana dos. Igualmente, surge una candidatura independiente que obtiene 51,001 votos, el 2.5%. ¿Cómo explicar esto?
Si Morena con el 20% de la votación solo obtiene 3 municipios, ¿qué nos revela? En primer lugar, que la votación fue dispersa; que las propuestas de planilla no fueron competitivas; que las planillas solo fueron al vapor; que el objetivo se centró en las regidurías, y en las diputaciones plurinominales; que la línea de votación o los votos por simpatía, llegaron por el ámbito federal; que nunca hubo una planeación estratégica para competir en serio, y eso nos llevaría a que no se construyó partido, sino se apostó, otra vez, al voto de simpatía por el presidente. Y claro, hubo una votación alta pero dispersa, por eso no se tradujo en alcaldías ganadas. Con un trabajo electoral, previo, se hubieran ganado alcaldías importantes, y sin trampas e intereses oscuros se hubiera ganado –por el momento de hartazgo, violencia y delincuencia en su máxima expresión-, Celaya.
Para seguir en el contraste con el planteamiento anterior, le comparto: RSP –Partido que perdió el registro por no alcanzar el tope del 3% nacional- con el 1.9% de la votación estatal, gana 2 municipios (San Diego de la Unión, y Jaral del Progreso). E incluso, los partidos en decadencia plena, con el 6.2% en coalición PRI-PRD, ganan 7 municipios (Jerécuaro, Tarimoro, Ocampo, Uriangato, Tarandacuao, y San Luis de la Paz).