La especulación y volatilidad en que se encuentran las económica emergentes, como es el caso de nuestra economía en México entraron con anticipación al cierre del último trimestre del año con indicadores negativos, no hemos terminado septiembre y la paridad monetaria impacta los precios de productos con insumos de importación y la dinámica de sustitución de importaciones también está impactando la dinámica de precios. Eso podría entenderse como normal, son efectos de la oferta y demanda de las mercancías.
Entre los factores externos que más impactan el comportamiento económico es, sin duda, el proceso electoral en Estados Unidos, pese a que la FED ya mandó a diciembre los ajustes a las tasas de interés, lo que resulte de la agenda de debates entre los candidatos, tendrá efectos irremediables sobre nuestra economía, la sola especulación tiene la paridad con el peso mexicano debilitándose.
Es justo en el último trimestre del año que se tiene en la agenda económica una de las pocas razones que justifican el trabajo legislativo: la revisión y aprobación de la ley de ingresos y el presupuesto de gasto para el año 2017, ya estuvo el secretario de Hacienda justificando los términos del presupuesto, así que no nos debería de extrañar que el cabildeo de los diputados se enfoque a sustentar o que les indique en sus grupos parlamentarios, aunque tengan la capacidad de razonar los términos de la propuesta del ejecutivo, nuevamente el riesgo de que voten lo que les indiquen…
Por lo pronto, se propone una disminución del 9.2% para el desarrollo económico, con respecto al 2016 en el campo, el turismo y comunicaciones.
Aunque se tiene el propósito, no se ve como logren generar el superávit primario, es decir, el 0.8. % no alcanza para cubrir los intereses de la deuda gubernamental acumulada durante lo que va del sexenio y cualquier medida por disminuir el peso de la deuda tendrá implicaciones en el crecimiento económico del país.
El recorte neto en materia de salud será del .85%, reduce el número de programas a 27 pero representa 12.6% menos respecto al presupuesto del 2016
En educación la reducción es de 4.8% con relación al 2016, la reforma educativa tiene una reducción total de 30.2%, es decir, al programa insignia en la materia le reducen una tercera parte del presupuesto, por mencionar algunos botones de muestra de efectos previsibles en el comportamiento y la disciplina presupuestal.
Toda la propuesta de la agenda anticorrupción, las reformas constitucionales, los ajustes a las estructuras del ejecutivo, la fiscalía y la comisión anticorrupción no tiene asignado recurso presupuestal.
Pero seguimos escuchando los discursos y mensajes irresponsables de funcionarios y gobernadores, que tienen programadas sus reuniones con el titular de Hacienda para negociar las partidas presupuestales o el discurso insulso para destacar que los programas sociales no serán afectados, como si eso significará que estuvieran resolviendo las necesidades más apremiantes de los mexicanos que se encuentran en pobreza. Ningún presupuesto ha reducido el número de pobres en nuestro país, no es la estructura del presupuesto lo que está a prueba; es la honestidad de los funcionarios y la transparencia con que se ejerce el recurso público.
Tienen que venir las iniciativas presupuestales de los tres poderes, de los gobiernos de los estados, de cada uno de los municipios, en particular es de observarse que el presupuesto del poder judicial nunca ha sido ajustado a la baja, no parece que a los ministros de la corte les importe el comportamiento de la economía, pese a que tengamos uno de los poderes judiciales más ineficientes.
Advertir una crisis económica permite tomar decisiones a tiempo, actuar con disciplina y poner a prueba la eficiencia en el gasto, derivada de la transparencia en el ejercicio presupuestal, los discursos motivacionales de los ejecutivos de los estados no hacen crecer el recurso presupuestal y por el contrario incrementan la desconfianza en las autoridades.
El trimestre que viene requiere de autoridades con disciplina y congruencia en el ejercicio de la función pública, está en juego evitar una crisis y reducir más las posibilidades de crecimiento de la economía del país, que ya ha soportado ajustes a la baja durante todo lo que va del sexenio.
Hasta la próxima PROSPECTIVA.
José Gerardo Mosqueda Martínez.
