La evolución de las campañas en el Estado de México no es un tema que cause mayor sorpresa; la candidata Vázquez Mota cada día qué pasa se rezaga en el proceso y se confunde en los mensajes, solo que sus confusiones le restan expectativa en la población votante. Sus buenos números relativos al inicio de la campaña se desdibujan ante la tendencia que ha marcado la campaña de la maestra Delfina de MORENA.
Es verdad que la elección en el Estado de México es el laboratorio electoral que todos los analistas y los actores políticos están esperando para reconfigurar sus pronósticos, sus planes y proyectos de cara a la sucesión presidencial, una vez más, en ocho décadas, está a prueba la maquinaria electoral, de manipulación ciudadana, de compra de voluntades y de operación electoral del PRI, no están dispuestos a perder el bastión que tantos dividendos, sobre todo, económicos le ha dejado a los grupos en el poder por varias generaciones.
Sin embargo en esta elección han tomado precauciones como nunca, la amenaza no está en la operación electoral del PAN. La amenaza está en el sector que siempre han operado con los recursos del gasto social, grandes sectores de población mexiquense que su despertar está en la línea de oposición que representa MORENA, no parece estar produciendo el efecto deseado por el PRI en cuanto a la compra de votos en los grandes sectores de mexicanos pobres que hoy se identifican con el perfil de la maestra Delfina.
Mientras que AMLO apresura a definir a los partidos de izquierda (lo que cada quien quiera entender por izquierda) haciendo un llamado a la unidad en torno a él. Así nada más. O se suman ahora al proyecto de su candidatura presidencial o el 2018 va solo. Su único argumento: no pelearse entre los de abajo, ahí no está el problema. El problema es con los de arriba, es decir, con los ricos, que en caso de una guerra civil se van a ir a sus grandes mansiones que tienen fuera del país.
Sin argumentos, sin programa político, sin propuestas y con la convicción de que ahora si va a ganar la elección presidencial, hace todo lo que hace un candidato en campaña, pero dice que no está en campaña, que no es candidato pero que los candidatos de izquierda, Mancera por ejemplo, deben declinar a su favor o se va solo en el 18.
AMLO suma seguidores, poco le afectan las declaraciones y campañas de sus homólogos del PRI y del PAN; lo mismo cuestiona a la dirigencia perredista por no estar a la altura de las circunstancias, describe el comportamiento electoral de las fuerzas armadas (dice que tanto en el 2006 como en el 2012 estaban con el), "son pueblo uniformado que está con nosotros".
Por ahora no ha perneado la versión de "AMLO una amenaza para México", a un año de distancia para los procesos presidenciales está más arrogante que nunca, ya dictó su postura respecto a las alianzas de la izquierda si llega a haber unidad será en torno a él o de lo contrario irá solo.
Hasta la próxima PROSPECTIVA.
José Gerardo Mosqueda Martínez,
Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato
presidente@iapguanajuato.org, gmg@gerardomosqueda.com.mx
gerardomosqueda/ mosquedagerardo