Opinión

PERSPECTIVA DE LA REFORMA 102

Daniel Nieto Martínez

El discurso de hoy en día para terminar con la corrupción fue la bandera de todos los candidatos a cargos de elección popular en la pasada elección, y es que los ciudadanos en verdad estamos hartos de los actos de corrupción de los que nos enteramos día con día en las noticias, pero ojo, la corrupción de la que se nos informa es únicamente la punta del iceberg, cuántos actos de corrupción no se denuncian o jamás nos enteramos y es que la corrupción está dentro del ADN del sistema.

 

Derivado de lo anterior el colectivo #FiscalíaQueSirva decidió presentar una inciativa para reformar el artículo 102 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en la cual, de manera muy general agregan requisitos a los aspirantes, por ejemplo

  • No haber ocupado un cargo de elección popular, ni hayan tenido puestos de dirección en partidos políticos, por lo menos en los 4 años previos a su designación,
  • Que su duración como Fiscal solo sea de 6 años y no de 9 como señala el artículo vigente, además de que no pueda prolongarse dicha duración ni pueda el encargado volver a estar en el puesto, para elegir a la terna plantean que se creen los mecanismos de participación ciudadana(mismos que no menciona en la iniciativa, platean que la evaluación técnica recaiga en una Comisión de Designaciones compuesta de forma honoraria e interdisciplinaria por nueve ciudadanos de reconocido prestigio académico o profesional en procuración de justicia, derechos humanos, combate a la corrupción y políticas públicas en materia de seguridad y justicia, la elección de los ciudadanos participantes serían elegidos por dos terceras partes del Senado de forma pública y abierta, y en aras de la transparencia piden que el momento de la elección del fiscal por parte del Senado sea en audiencia pública, a la vista de todos los ciudadanos,
  • Pretenden quitarle la facultad al titular del Ejecutivo para remover al fiscal y que únicamente lo pueda hacer Senado, quien podrá hacerlo con una mayoría de dos terceras partes y en audiencia pública.
  • Se proponen 4 fiscalías especiales como mínimo: delitos electorales, combate a la corrupción, violaciones graves a Derechos Humanos y asuntos internos, de los cuales  titulares permanecerían en el cargo por 5 años y su permanencia o remoción no dependerían del fiscal general sino de un voto de las dos partes del Senado.
  • Por último, se pide que el fiscal no pueda ocupar cargos de elección popular ni postularse para ellos hasta dos años después de que termine sus funciones.

 

Todo ello entre algunos otros pequeños ajustes son parte de la iniciativa presentada por un grupo de ciudadanos. Desde mi punto de vista me parece increíble la idea de que por fin los ciudadanos podamos participar en la vida pública y expresar las preocupaciones que hoy en día tenemos y poder impulsar un cambio real, palpable y funcional en nuestro gobierno, además de que es fabulosa la idea que no exista un “fiscal carnal” o un “fiscal a modo”. No obstante, esta reforma en particular me parece que más que buscar la participación ciudadana la intención (y permítanme pensar mal) va más allá y es buscar generar un contrapeso por parte del poder económico del país, es decir lleva una segunda intención, porque falta responder las preguntas ¿quién va a proponer a los ciudadanos? y ¿cómo se determinará el reconocido prestigio para participar en la selección?, además de todo lo anterior considero que puede interferir con el programa anticorrupción del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y,  en caso de no dar resultados es la mejor forma de deslindar responsabilidades, la reforma en si, no trae consigo cambios sustanciales, son cambios de forma y hacen más compleja la designación del fiscal, si se ponen algunos candados pero  al final la decisión la sigue teniendo el Senado y si bien a lo mejor no tienen las dos terceras partes el Presidente de la República tendrá un peso importante en la decisión, por tanto considero si se deben hacer ciertas modificaciones. El plazo de nueve años es muy prolongado, que sea en audiencia pública, que se pueden emitir opiniones, o abrir la opción de la consulta ciudadana de la terna, en fin habría algunas modificaciones que pudieran ser de utilidad y que si pudieran fomentar la transparencia y el combate a la corrupción pero sobretodo a la impunidad.

 

Seamos sinceros, la corrupción no terminará con los mecanismos para designar el Fiscal, la reforma tiene que ser mucho más profunda, se tiene que crear una Ley Orgánica para el funcionamiento interno de la fiscalía que contemple los parámetros adecuados para la obtención de resultados, se debe modificar la ley para realmente tener policías investigadoras comprometidas que reúnan los medios de prueba necesarios para poder vincular a proceso, ministerios públicos eficientes que no cometan errores en el proceso, jueces competentes para resolver de manera adecuada y que no incurran en actos de corrupción, al final de cuentas los que deciden el destino de los delincuentes están dentro del poder judicial, ya que son los que dictan sentencia.

 

Solo para dejar claro, no estoy en contra de la reforma, simplemente me parece insuficiente e ineficiente una parte de ella para los fines que se señalan que son fortalecer la transparencia y terminar con la corrupción y la impunidad, para ello creo que todos debemos poner nuestro granito de arena y aparejado a iniciativas como esta, fortalecer otras instituciones con la finalidad de poder dar el paso que México necesita y no frenar lo que se ha denominado como la cuarta transformación de México, ya que esa transformación solo se puede lograr si los ciudadanos realmente quieren llevarla a cabo, nos toca a todos poner la mano para seguir trabajando.