Opinión

¡GUANAJUATO LA 5º. ECONOMÍA DE MÉXICO!… UN CUENTO CHINO

SI LAS CIFRAS QUE SUSTENTAN ESTA AFIRMACIÓN, SON EL ÚNICO LOGRO DEL PANISMO EN 33 AÑOS DE GOBERNAR, ¡VAYA FIASCO! 

Por Íñigo Javier Rodríguez Talancón

Un cuento chino se define según la RAE como un “embuste o mentira disfrazada de artificios”; no es un engaño simple o evidente, sino una mentira que quiere disimularse encajándola dentro de una historia que al final se revela como fantasiosa.

El gobernador del Estado dio su último informe en pretendido tono apoteótico, sobre los supuestos enormes logros obtenidos por las administraciones panistas en sus casi 33 años de gobernar Guanajuato. No llama la atención el desbordado auto ensalzamiento de su gestión, y la de sus anteriores, ni tampoco la deliberada omisión de errores y otros temas incómodos (en un informe que duró una hora y 45 minutos, solo dedica 55 segundos sobre el tema de seguridad), sino ante todo que su discurso se articuló en consonancia con un único tema: el supuesto gran crecimiento de las cifras económicas de nuestra economía doméstica.

El gran crecimiento de estas cifras, según el señor Rodríguez Vallejo, es único en todo el país, sólo comparable a las obtenidas en estados como Nuevo León, Aguascalientes o Querétaro (omite deliberadamente a la Ciudad de México). De aquí su temeraria y triunfal afirmación: ¡Guanajuato es la 5º economía de México!

Efectivamente esas cifras apuntan a un espectacular crecimiento, en particular las referidas a las exportaciones; sin embargo, hay en todo esto una circunstancia que tramposamente se oculta: este crecimiento se reduce casi en exclusivo al producto de las armadoras de automóviles de las cuatro grandes empresas extranjeras asentadas en la entidad: General Motors (GM, Complejo Silao), Honda (Celaya), Mazda (Salamanca) y Toyota Motor Manufacturing (Apaseo el Grande).

Mientras la producción de estas cuatro armadoras de vehículos automotores, y la de algunas subsidiarias suyas que producen en exclusiva para ellas, representan el 100% de este festinado crecimiento, la producción de todas las otras actividades económicas ha decaído, y en algunos casos bastante; ejemplos emblemáticos de ello lo representan la industria de la piel y el calzado (León) y de la confección y el vestido (Moroleón, Uriangato e Irapuato) que se han tenido que refugiar en la maquila de marcas trasnacionales para sobrevivir. Ni que decir de la producción agropecuaria que tiene su mayor caída histórica.

Respecto al comercio y los servicios se puede observar un comportamiento contradictorio: por un lado, se mantienen merced a la demanda agregada por las remesas que los paisanos envían de EUA, y de los recursos que dispensan los programas de inversión social -y no gasto- del gobierno federal; pero por otro, el sofocamiento o extinción de muchos giros comerciales debido a la inseguridad galopante.

Si se lo mira desde un enfoque amplio, sistémico (¡y no cabe hacerlo en otra forma!), estas empresas del ramo automotriz no han traído prosperidad alguna a Guanajuato; importan el 82% de sus insumos y por tanto no han provocado las supuestas líneas de proveedurías locales anunciadas en un inicio; además, importan sin pagar impuestos; producen, exportan sus productos terminados y obtienen beneficios, también sin pagar impuestos; y, para colmo, el IVA que sí pagan por sus pocos consumos nacionales (agua, electricidad, combustibles y otros insumos menores) le es puntualmente devuelto por el SAT; unos 150 mil millones al año para el total de las industrias de este ramo en el país, en devoluciones por ese y otros conceptos. Como bien lo puntualizó uno de los funcionarios más destacados en la administración federal, doña Raquel Buenrostro:

Las empresas ya recuperaron el capital que invirtieron y siguen recibiendo los incentivos… Estos mecanismos de apoyo no fueron revisados y sobrevivieron a varios cambios de administración. En términos netos, si sumamos los impuestos que pagan menos las devoluciones, terminan pagando tasas cercanas a cero. (de una nota del El Economista, “La industria automotriz tiene muchos beneficios fiscales en México: SAT”, de fecha 22 de junio de 2021)

En fin, sin este necesario contexto, esas cifras de crecimiento pretenden usarse tramposamente para disimular el negro legado que nos deja el régimen panista: una descomposición social y violencia que, con todos los eslabonamientos y causas complejas que se quiera –“caldo de cultivo”, es la expresión más socorrida-, están innegablemente conectadas con las políticas públicas impuestas desde 1991. Se ha ido desde un punto, antes de la llegada del panismo al poder, donde Guanajuato era un estado relativamente tranquilo y pacífico, a considerarse a sus municipios más poblados como los lugares más violentos de México.