Opinión

ES TIEMPO DE MUJERES. Palabras Libres.

Por: Ara Morales.

Un desarrollo equitativo y democrático del conjunto de la sociedad requiere la eliminación de los tratos discriminatorios contra cualquier grupo o persona.

En el caso de las mujeres en México, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, hay 64 millones 540 mil 634 mujeres. Este grupo compone el 51.2% de la población total, por ello debemos preguntarnos ¿Hay o no hay una relación entre la diferencia biológica y la diferencia sociocultural entre hombres y mujeres?

Se ha vuelto una necesidad impostergable en la administración pública ya sea federal, estatal y municipal, el diseño de políticas que tomen en cuenta las condicionantes culturales, económicas y sociopolíticas que favorecen la discriminación femenina. Estas condicionantes no son causadas por la biología, sino por las ideas y prejuicios sociales construidos, perpetuados y entretejidas en el género, es decir, por el aprendizaje social que se pasa de generación en generación. Eso ya es tiempo de romperlo.

Pero por más que la igualdad entre hombres y mujeres esté consagrada en el artículo 4º de nuestra Carta Magna que a la letra dice “la mujer y el hombre son iguales ante la ley”, es necesario reconocer que una sociedad desigual tiende a repetir la desigualdad en todos sus ámbitos, e instituciones ya sea de gobierno, de administración, educativas, religiosas y deportivas. El trato igualitario dado a personas socialmente desiguales no genera por sí solo la tan ansiada igualdad, si fuera contrario las dependencias de Derechos Humanos no tendrían tantas denuncias.

De ahí la importancia de comprender que la discriminación hacia las mujeres se produce de manera individual y colectiva, es decir, ya sea con la pareja, con los integrantes de la familia, en la escuela o en el empleo, y puede ser deliberado o inconsciente, pues está tejida en las costumbres y la tradición de la sociedad.

El sexismo se manifiesta en ataques directos a sus intereses, o a ellas mismas, y en ataques indirectos, provocados por el funcionamiento del sistema social, o por la aplicación de medidas, de apariencia neutral, que repercuten especialmente en ellas, debido a que se encuentran en peores condiciones para soportar sus efectos, o porque reúnen las condiciones para que se concentren en ellas los efectos perjudiciales de cierta actividad. Todo esto provoca que las mujeres, a consecuencia del género, seamos tratadas de manera desigual y diferente.

 

Marta Lamas, antropóloga y catedrática, dice: “No se puede gobernar ni impulsar una buena administración pública simplemente respondiendo con una normatividad jurídica que consagre la igualdad entre hombres y mujeres; se necesitan medidas proactivas, afirmativas, que detecten y corrijan los persistentes, sutiles y ocultos factores que ponen a las mujeres en desventaja frente a los hombres… Por eso es indispensable una perspectiva de género”.

 

El 8 de marzo, es el día en que las mujeres de todo el mundo levantamos la voz para que la figura patriarcal se derrumbe, y caiga esa complicidad con su congénere, es necesario reiterar nuestro repudio al abuso físico, laboral, emocional, sexual, y económico, y, sobre todo, viniendo de aquellos que están obligados a velar por los derechos, y hacer cumplir la ley.

El 51.2% de la población de México es mujer, por centurias hemos sido discriminadas, abusadas e ignoradas. Somos aún, una mayoría silenciosa, que avanza en la conquista de su derecho a vivir libre, sin acoso, sin violencia criminal, ya que las cifras que reporta el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública se incrementan cada año en perjuicio de  las mujeres en México, le comparto las siguientes cifras del  mes de enero del 2024,  a nivel nacional se reportaron:  20,814 delitos por violencia familiar, en donde Guanajuato ocupa el quinto lugar  con 1,173 delitos.

En llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia en contra de la mujer que se refiere a “todo acto violento que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública como privada”  se reportaron en el mes de enero del 2024  a nivel nacional 24,238 llamadas, lo que significa  un promedio de 781 por día, Guanajuato ocupa el octavo lugar con 634 llamadas.

¿Porque marchamos a nivel mundial el  8 de marzo, Día Internacional de la Mujer?, para llamar la atención sobre la violencia hacia nosotras todos los días,  para caminar  seguras entre nosotras, para empoderar a las siguientes generaciones de niñas y jóvenes, para recordarles a las mujeres adultas mayores que sí se puede vivir sin miedo y   para exigirle a  las autoridades que nos garanticen nuestros derechos.

 

AL FINAL.

Xóchitl Gálvez, en el Estadio de Irapuato se sacó una gotita de sangre que solo servirá para un examen de glucosa.

Las mujeres que lucharon por la Independencia de nuestro país, las mujeres revolucionarias, las miles de familias que han perdido un ser querido en Guanajuato, que está lleno de sangre,  no le aplaudirían esa burla a su dolor.