Opinión

DOBLE O NADA ¿Quién caerá primero?

José Luis Ramírez

Los celayenses hemos vivido bajo una sombra de miedo por la delincuencia, y por otro lado, con una profunda desconfianza en el gobierno municipal, en ambos casos, eso ha crecido en una simbiosis que acabará uno con otro. ¿Quién caerá primero?

Como es sabido, la solicitud ciudadana para que se Revoque el mandato de la ciudadana Paniagua, fue llevado al Congreso para que como máximo órgano de representación del pueblo de Guanajuato, determine su retiro del gobierno municipal, debido a que no tiene la capacidad para darnos seguridad a nuestras personas, ni a nuestro patrimonio.

El miércoles 22 del presente mes, la Comisión de Gobernación y puntos constitucionales se reunió para analizar dicha petición. La Presidente de la Comisión, Liba Denise Muñoz Ledo, presentó un dictamen de no “atendibilidad” en virtud de no encontrar los fundamentos, que a su decir, soportarían la solicitud de revocación de mandato, el cual, se pondrá a consideración en la sesión plenaria de los diputados en el próximo periodo de sesiones. Pero, bajo ningún caso, es un rechazo.

La propuesta de dictamen, de no “atendibilidad”, corta de tajo con el derecho que el artículo 212 de la misma Ley Orgánica del Poder Legislativo, señala. Es decir, el derecho de los ciudadanos a presentar pruebas, y a exigir que la misma comisión investigara los motivos de la solicitud, ya que se señala con claridad, lo notorio y público de la falta de prevención y seguridad. En su caso, debido a la grave situación de violencia y crimen, que ha sido difundida por los medios de comunicación locales, estatales y nacionales, pudieron haberlos tomado como prueba, investigando –como es parte de su función- la certeza de lo publicado.

La Presidente de la Comisión, Libia Denisse Muñoz, desestimo la firma de 8248 ciudadanos celayenses, al señalar que no eran confiables sus firmas, las mismas firmas forman parte de un testimonio social y una prueba evidente, real, de la situación infernal que vivimos los celayenses. Un grupito partidista, puso sus intereses políticos por encima de la vida y la seguridad de mas de 500 mil celayenses.

La solicitud se fundaba con toda claridad, en la vulneración y atropello que sufren todos los días los ciudadanos, al no garantizar el poder municipal, los derechos humanos consagrados en la Constitución. Los diputados de la Comisión de Gobernación se suman al gobierno municipal, en el trato insensible e indiferente que ha recibido el pueblo, y de cierto, traicionan el poder de representación popular para representar a la burocracia institucional.

De acuerdo al artículo 212, de la Ley antes citada, la propuesta de dictamen acordada, deberá ser presentada en la sesión plenaria del próximo periodo ordinario de sesiones, en donde todos los diputados deberán votar a favor o en contra.

La solicitud de Revocación de mandato va mas allá de aspectos legaloides, está basada en el hecho de que el municipio como parte del Estado, al no garantizar los derechos fundamentales como la seguridad y a integridad patrimonial, rompe el Pacto social, y la Comisión al pasar por alto los hechos criminales, y el escalamiento de la violencia y el crimen, vulnera el Estado de Derecho.

Suponiendo que el Congreso en Pleno, con sus respectivas excepciones, votase en contra de la Revocación de mandato de la ciudadana Elvira Paniagua, dejará a los celayeneses en la total indefensión jurídica, y con un Congreso que no representa los intereses de los electores, profundizando la desconfianza, y el escepticismo en el desempeño honorable de sus funciones.

Alianza ciudadana, quien encabezó este movimiento por la paz y la seguridad, señala: “si el Congreso rechaza la solicitud de los celayeneses, podrán acudir a la figura del Amparo, ya que se están vulnerando sus derechos constitucionales”.  Está claro, que el interés partidista, en este caso del Pan, intentará desde el Congreso del Estado, mantener en el gobierno a la ciudadana Paniagua, a pesar de que el futuro siga manchándose de sangre.

Revolcadero.

La tala de árboles en el puente de Irrigación forma parte de la desmesura desarrollista, en donde se privilegia la rapidez del automovilista y de la destrucción del medio ambiente.