Celaya

Aún sigue la herida del ‘Domingo Negro’

CELAYA,GTO.- Eugenio Soto Ramírez, aún recuerda como si fuera ayer la muerte de su hija Mónica, ella fue una de las víctimas del ya llamado ‘Domingo Negro’.

El domingo 26 de septiembre de 1999, Mónica salió muy temprano de su casa en San José el Nuevo, pegado a Tamayo, para irse a su trabajo, en Carnitas Rodrigo, se despidió de sus papás, pero nunca pensó que sería la última vez que se verían.

Hoy como ella, fueron recordadas todas las víctimas de ese día, tras las explosiones que se registraran en la abarrotera Celaya por almacenar explosivos de manera clandestina.

El papá de Mónica aún recuerda aquel día, donde estuvo buscando el cadáver de su hija por todo Celaya y quien estando en el lugar del accidente después de 19 años, recuerda perfectamente aquel día.

“La vida ha sido difícil porque no se resigna uno a esto, ese día me dijeron que mi hija se quemó, y la anduve buscando en todo Celaya, fue hasta la noche cuando la encontré en la deportiva, no le sé explicar lo que se siente el perder a una hija, y ella tenía tan solo 18 años”.

Como él en este aniversario número 19, únicamente asistieron familiares de víctimas y personas que fueron afectadas por las explosiones, y como se había venido observando en años anteriores, ninguna autoridad estuvo presente.

En la zona donde ocurrieron las explosiones, fue colocada una mesa, en ella las fotografías de las víctimas.

Ahí se realizó un rosario en su honor, al final la ambulancia de la Escuela de Capacitación de Emergencias de Celaya, sonó la sirena como homenaje.

Juana García Vázquez, en este año fue quien realizó el rosario por las víctimas de la mayor tragedia que ha sucedido en Celaya, ella, recordó a su hijo, oficial del grupo motorizado pantera Pedro Ávila García.

“Ese día fue un peregrinar triste, pues uno de sus compañeros fue quien avisó a la familia de que estaba herido por las explosiones, estaba en el seguro, al trasladarlo a León falleció.

“Es muy triste ya no tenerlo, él ponía la paz en la casa, era bien alegre, buen hijo, se quedaba sin dinero por apoyar a sus compañeros”.

Antes de esta actividad, se realizó una misa en la parroquia de la Resurrección, donde acudieron pocos familiares.