Opinión

AUN HAY ESPERANZA

Daniel Nieto Martínez

No hay día que no llegue ni plazo que no se cumpla, y por fin se ha dado el cambio de administración en la que las condiciones  del Ayuntamiento parecen ser distintas a las del saliente, empezando porque la oposición constituye la mayoría y no el partido en el poder. Hoy existe una nueva esperanza para los celayenses y una oportunidad única para el ayuntamiento de demostrar que las cosas se pueden hacer de manera distinta y que, como mencionó la hoy presidente municipal Elvira Paniagua sea un Celaya para todos.

Un Celaya para todos implica hacer partícipes a los ciudadanos en el gobierno y generar una sinergia entre gobierno y sociedad y sobretodo fomentar los espacios de participación ciudadana. Es necesario implementar mecanismos que permitan la inclusión de los celayenses, pero lo primero que se debe hacer es iniciar con un gobierno de puertas abiertas, dónde los ciudadanos tengan oportunidad de ser escuchados ya que es la única forma de poder resolver y evitar los problemas de la ciudad. Hay diversas necesidades que sufren hoy las personas y las familias celayenses mismas que si no son atendidas de manera puntual se pueden convertir en problemáticas que costará mucho trabajo resolver a futuro.

Esta administración tiene que ser preventiva sin dejar de ser reactiva a los problemas ya existentes, debe canalizar de la mejor manera posible los recursos de la deuda y  generar puentes tanto en la política interna como en la política externa, nada desconocido ni del otro mundo pero que sin voluntad política son cuestiones de imposible cumplimiento

A la toma de protesta se dieron cita en el auditorio Tresguerras políticos de diversas ideologías, empresarios de diversos gremios, medios de comunicación y algunas personas que vinieron de las comunidades de la ciudad con sus respectivos delegados y algunos otros invitados. El evento se destacó por el retraso del gobernador en turno Diego Sinhue quien llegó al final del evento y en medio de críticas por la ratificación de los funcionarios encargados de la seguridad del Estado se comprometió a trabajar por Celaya y aportar los recursos necesarios.

 

De manera contraria a la ley orgánica el evento se convirtió en privado al no permitir el acceso a los ciudadanos que no portaban con boleto y elitista al escoger discrecionalmente los lugares de los invitados, lo cuál generó molestia en algunos ciudadanos que buscaban ser participes de la sesión solemne.

 

Pero en otro sentido y con el firme objetivo de trabajar por Celaya, de construir y no destruir es momento se cerrar filas con nuestros gobernantes, ha llegado la hora de tocar la puerta a los representantes del Ayuntamiento y generar las condiciones para que el desempeño de su encargo sea de la mejor manera posible y exigir que se conduzcan con honestidad, eficacia, eficiencia y cercanía con la ciudadanía.

 

Hay cambio de Ayuntamiento y con ello cambio de perspectiva y confiamos en que habrá oportunidad de mejorar las condiciones e impulsar el desarrollo integral de nuestra ciudad, porque como se  reiteró repetidamente en la ceremonia, Celaya es de todos.