Opinión

HERMANO INCOMODO. Doble o nada

Por José Luis Ramírez

Esta columna debió de llamarse el hermano incómodo, o quizá en algún momento, otros podrían escribir: Caín en Celaya. Ambos títulos serían reveladores, y podrían empezar así: Tengo un hermano incómodo, sin brizna de fraternidad, lealtad y gratitud, que el poder político lo ha enfermado. Lo menciono por sus alusiones públicas a mi persona, en donde pone por delante el ámbito familiar, pero que las dejaría en una frase, son lágrimas de cocodrilo. El tema de fondo es una visión de un municipio con futuro, el ejercicio eficiente, honesto y eficaz de la vida administrativa y de la gestión del gobierno municipal.

Reconozco que, en el ejercicio periodístico, el dilema entre los hechos y los dichos del presidente municipal, ciudadano Ramírez Sánchez, me ha provocado una cierta autocensura, que remonto desde el ideario obradorista, de no mentir, no robar, y no traicionar al pueblo. Desde mi temprana edad, he sido un hombre de izquierda, demócrata, humanista; he sido un protagonista activo en la defensa del pueblo; nunca he escondido la cara para decir la verdad, y mucho antes de los que han llegado, yo ya estaba allí.

Andrés Manuel, como se dice en español, señaló que “el poder solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás”, podría señalar, y quizá lo haga en su momento, quienes son aquellos en donde el poder pierde su virtud. Pero por ahora, reiteraré hechos que han sido una aportación fraterna, y una contribución para que el cambio, no fuera solo de nombres -impresentables algunos- sino una transformación con sentido humano, basado en las ciencias y no en las ocurrencias.

Desde las primeras semanas después del 3 de junio como le he señalado -leer la columna del 27 de octubre en am, titulada, “La calumnia como arma política”-, nuestra aportación del equipo de Alianza Ciudadana Celayense al nuevo gobierno municipal fue: “crear un equipo de trabajo multidisciplinario con más 45 personas que ya tenían empleo en el municipio-, para investigar, y analizar información pública y generar un diagnóstico de cada una de las 24 áreas de la administración municipal, sus objetivos fueron:

Generar un análisis con las fortalezas, oportunidades, debilidades, y amenazas de las 24 áreas de gestión municipal, que le permitieran a cada una de las directoras y directores, asumir con información puntual, y conocimiento, sus responsabilidades como servidores públicos, lo logramos con 12 de ellos. Igualmente, “Generar un programa de acciones para la administración municipal durante los primeros 100 días de gobierno -que se frenó en los primeros dos días-, con la intención de impactar las zonas abandonadas y vulnerables del municipio, priorizando sitios de concurrencia pública o comunitaria.

Durante su desarrollo, la ejecución de las acciones y sus alcances, serían el sustento práctico para que los directores conocieran en los hechos su trabajo específico, y enrutarán sus proyectos a corto, mediano y largo plazo. Se planteó como objetivo paralelo, llevar a los funcionarios y al presidente Municipal -con su consentimiento- al trabajo territorial para estar cerca de los ciudadanos y resolver problemáticas locales de forma oportuna y eficiente”. Debo decirles, que Ara Morales fue uno de los pilares de este trabajo. Esto, lo abono en favor del conocimiento de quienes buscan la verdad.

En esa misma columna se denuncia una campaña de difamaciones y calumnias iniciada el 23 de octubre, en redes sociales desde los chats de WhatsApp de Morena en contra de dos empleados municipales, y de Ara Morales. El día 31 de octubre, bajo argumentos vulgares, y maliciosos -todos documentados por la prensa- fue removida Ara Morales de la Oficialía Mayor, quien una semana más tarde, con documentos en mano, desmonta esa campaña de odio y violencia mediática, orquestada desde la presidencia municipal, y en voz del mismo alcalde, quien utiliza un lenguaje peyorativo, discriminatorio, patriarcal, machista, misógino, y con una carga de burla desde su posición de poder político, y desde un blindaje policiaco intimidatorio.

En conferencia de prensa Ara Morales, denuncia, y muestra las evidencias documentales de la remoción injustificada e ilegal del puesto, los despidos fulminantes; el desacuerdo político alegado; la falta de capacidad señalada, y otros asuntos como el retiro de las cámaras que servían para espiar, eso dijo el alcalde, pero que no tiene pruebas reconoció el 11 de noviembre (Así sucede, noticias). En esta conferencia se anunció que habría quejas, denuncias formales y que se llevarían a diversos ámbitos legales.

En respuesta el alcalde, dijo que acataría cualquier resolución judicial, pero que se “defenderían” -en plural-, y si llegaba a ese litigio ya no hablaría más con la prensa. Y claro, el ciudadano Ramirez Sánchez, aprovecha para aclarar, que cuando dice una cosa, en realidad dice otra, pero que no se le malinterprete porque no es politiquero.

El día jueves 7 de noviembre en la conferencia de prensa señalada, Ara Morales pone al descubierto otras intenciones, el envío de un mensaje de poder e intimidación a los trabajadores municipales, a sus directores y directoras, que se confirma con su declaración de despedir a 30 trabajadores de la Oficialía Mayor por “negar o demorar información al ingreso de la nueva administración” – Infórmate Gto., 8 de noviembre 2024-. Lo ratifica el 15 de noviembre, pero sin un gramo de mesura, deja entrever que a 1100 empleados los despedirá por perdida de confianza, y lo haría de 2, 3 o 5 diarios (Infórmate Gto., Reporte Bajío 15 de noviembre del 2024).

Sus asesores -entre ellos el leonés, de abolengo español Cesar Castresana-, lo sepultaron con un guion mediático deplorable. Precisamente el día que lo conocí, cuando le entregamos el Programa de los 100 días, su discípulo menor, ensayando la lección que haría llegar a oídos de su padre, dijo, “mandaremos un mensaje a los directores para que se alineen…”. y tenían pensado en un director foráneo, pero lo ejecutaron con Ara Morales. Por eso no son gratuitas, las expresiones de funcionarios en el sentido de alinearse incondicionalmente a las indicaciones del presidente municipal.

El mensaje era más que claro, si corrían a Ara Morales con un linchamiento mediático por no obedecer, todos agacharían la cabeza. Pero Ara Morales, ni antes ni después perdió la dignidad personal, profesional y política. A las burlas, a la soberbia, al autoritarismo le respondió con una firme actitud, y un mensaje respetuoso pero apegado a la ley en defensa de su persona, pero también en defensa del respeto a una vida sin violencia de todas las mujeres celayenses.

El día de la remoción laboral de Ara Morales, externé públicamente el riesgo a nuestra integridad personal, la de ella y la mía, porque es público el clima de violencia que se cierne sobre figuras públicas, y familiares de políticos; políticos que viven en un medio hostil e inmoral, y en el caso de Celaya, de políticos que están bajo la sombra de sospecha por el feminicidio político de Gisela Gaytán.

Nicolas Maquiavelo, teórico político del Renacimiento, consideraba que el miedo, era una herramienta para modificar el comportamiento de las personas y disciplinar a los desobedientes. Esa es la inspiración de los consejos al ciudadano presidente, infundir miedo a los servidores públicos, crear un clima de incertidumbre laboral pasando por alto el espíritu de nuestra Constitución Política, y de sus leyes que de ella emanen: es decir, garantizar el bienestar del pueblo.

Los desmentidos al Alcalde, por Ara Morales, no son los únicos, el caso más reciente fue su afirmación que las cámaras de videovigilancia ubicadas en la Alameda estaban “crakeadas”, argumentaba la necesidad de invertir decenas de millones de pesos para limpiarlas de virus desde el sitio de su operación el C4 (14 de noviembre, Periódico AM, Sol del Bajío, Ágora, Reporte Bajío, etc.). El día viernes 15 de noviembre, un día después, el Periódico AM reporta: “Desmiente director de Policía a Alcalde de Celaya, descarta hayan hackeado cámaras del C4”; el Sol del Bajío, ese mismo día reporta: “el titular del C4, Alonso Gómez descarta hackeo de cámaras de la Alameda. ¿Los despedirá?

Cuando se pierde la autoridad moral, se pierde la autoridad política; el intento de pasar de candidato a un líder político, se está derrumbando. El asunto no es menor, el ciudadano Ramírez Sánchez está inaugurando un clima de miedo y terror a su persona dentro de la presidencia municipal, las decisiones tiránicas por encima de la ley, tendrán seguramente, una respuesta legal y moral. Afirmo, esto no fue por lo que votamos, ni mucho menos por los que hemos luchado tantos años.

Seguramente, quienes están inspirados en la maldad, no leyeron a Aristóteles, quien a más de dos siglos atrás, nos dejó una lección: “El gobierno democrático es el de hombres libres e iguales”.

Revolcadero.

Principio de legalidad. Los servidores públicos solo pueden hacer lo que la Ley les señala, los ciudadanos todo lo que no les prohíba. ¿Hasta dónde llegará el ciudadano presidente municipal de Celaya? Treinta y cinco días… y contando…