Opinión

Hablemos de Discapacidad

Por: José José Grimaldo Colmenero.

Discapacidad Psicosocial

El Estado de Guanajuato cuenta con un centro para el tratamiento de adicciones, considerada como discapacidad psicosocial mismo que se encuentra bajo la responsabilidad del Instituto Guanajuatense para las Personas con Discapacidad y del cual les expongo hoy algunos aspectos.

Nuestra entidad registra el fenómeno de adicciones. Puede ser un amigo, un vecino, un conocido o algún integrante de nuestra propia familia, quien se encuentre en esta situación de consumo de drogas.

La adicción a sustancias psicotrópicas constituye un problema de salud pública en nuestro país. En Guanajuato este fenómeno igualmente afecta la salud de la población sin distinción de género, edad o condición social y se presenta en las diversas regiones de nuestra geografía estatal.

El Centro de Atención Integral para Jóvenes –CAIJ-, es una institución que pertenece al INGUDIS. Es un centro profesional de rehabilitación de personas consumidoras de sustancias adictivas ubicado en la ciudad de Irapuato,

El gobierno del Estado fortalece las tareas de este centro en el que se brinda atención para que las personas con este problema puedan observar su rehabilitación, que le permitan su integración social para  realizar  por  sí  misma,  actividades  necesarias  para  su  desempeño  físico, mental, social, familiar, ocupacional y económico.

Con la operación del programa se pretende atender a este sector de la población, dando atención profesional contemplada para los 46 municipios del Estado de Guanajuato.

Como instancia rectora de los servicios que brindan el CAIJ, desarrollamos un programa actualizado y profesional, ofreciendo una infraestructura digna.

Los beneficiarios que acuden a este centro reciben un tratamiento residencial con una duración de 4 meses, en los que se ofrece atención psicológica, médica, terapia ocupacional, proyecto de vida, deporte y esparcimiento, además de consulta externa.

Se cuenta con el apoyo de profesionales en las áreas de medicina, psicología, enfermería, trabajo social, así como personal de apoyo capacitado para la atención de trastornos emotivo – conductuales en personas con esta problemática.

Les comparto un extracto de Marco Antonio, jóven de 26 años, luego de vivir el tratamiento de 4 meses albergado en CAIJ:

“Aquí pude, no solo dejar de consumir sustancias, sino descubrí que estaba en un lugar donde pude ir abriendo los ojos, donde por fin pude cortar esas cadenas que me tenían atado, y esto es literal, atado a algo que yo creía que era más fuerte que yo, un lugar donde pude hacer conciencia y sobre todo valorar a mi familia y a mí mismo. Un lugar que ha cambiado completamente mi vida, un lugar que me permitió ser una persona libre”.

Nos escribimos la semana que entra. Mi correo: jgrimaldoc@guanajuato.gob.mx