Opinión

DOBLE O NADA

LOS GRITONES DE LA FERIA

Por: José Luis Ramírez

 

Cuando pienso en Feria, claro que lo relaciono con palenques, gallos, con películas en blanco y negro de la época de Oro. Pienso en Juan Rulfo y su obra llevada al cine, claro que es impensable dejar de lado a Pedro Infante. 

El origen de la Feria o las Ferias, nos habla de un tiempo pasado en donde el sentido de comunidad privaba por encima de cualquier interés personal. Era una celebración para presentar o exponer lo mejor del pueblo, lo más destacable de sus esfuerzos diarios por mejorar su vida, y su entorno social, cultural, productivo, laboral.

La Feria siempre tenía un distintivo, eso significaba que se exponía el recurso mas visible desde el punto de vista de la producción, o los recursos naturales que sobresalían. La comunidad lo mostraba con orgullo, y sobre todo le daba un sentido de identidad. El caso de nuestra ciudad, uno de los productos que la fue vistiendo desde el siglo XIX, fue el dulce de leche de cabra envasado en cajetes de madera. Sí, la cajeta ha recorrido varias generaciones para colocarse en el siglo XXI como el motivo involuntario que hoy nos da identidad con respecto a otras regiones.

Somos cajeteros, a donde quiera que vayamos, hemos forjado una identidad alrededor de un dulce que manos trabajadores y honestas fueron poniendo en otras manos que lo consumían y lo llevaban como muestra de agradecimiento o de hospitalidad.

Nuestra Feria hasta hace unos años tenía todavía ese saborcito de antaño, esas chispas de abrigo comunitario. Llegar a la Feria todavía nos daba esa sensación de estar en familia, nos brindaba la oportunidad de saludar o encontrarse con los amigos, con los vecinos, con los compañeros de trabajo que visitaban, o exponían lo mejor de su esfuerzo. La Feria en el mejor de los sentidos, era un lugar de encuentro y celebración del pueblo, era una fiesta para compartir logros sociales, comerciales, personales, artísticos, culturales, o empresariales.

La feria, sin lugar a dudas era la celebración social mas grande de todo el año, y por eso, la administración Municipal corría –como dirían en las películas- con todos los gastos. Hoy lo que tenemos como Feria no tiene nada en su lugar, es un asunto bizarro. Para respondernos qué ha pasado, necesitamos preguntarnos: ¿La Feria es un negocio? ¿La Feria es un negocio privado? ¿La Feria es un negocio público? ¿La Feria, realmente nos da feria?

A la luz de los hechos la Feria, podríamos definirla como una política pública, dado que es un evento social que trataría de responder a una necesidad comercial, de recreación, de información, de exposición, de promoción de las actividades mas destacadas de la ciudad y sus ciudadanos. Y es un evento social público, porque se hace con el dinero que los ciudadanos aportan al presupuesto que administra el gobierno municipal.

¿Pero por qué parece un negocio privado? Porque existe la idea de que un grupo de personas ajenas a la administración municipal, tiene mejores aptitudes para organizar la fiesta principal del pueblo, y por ello, se les otorga sin v de vuelta, un presupuesto millonario. Sin embargo los hechos, nos muestran que en raras excepciones, a lo largo de los últimos 20 años, los patronatos dirigidos por empresarios, hayan tenido éxito. En primer lugar, en hacer de la Feria un escaparate de lo mejor de la ciudad y su gente;  en segundo lugar, en convertirlo en un evento que tenga la capacidad de resolver necesidades de promoción, de recreación, de desarrollo de talentos, al igual que del mercado interno de la ciudad, bueno prácticamente, lo único que han logrado, es convertir ese evento en un hoyo negro en donde desaparece el dinero de la ciudad sin el menor provecho.

Como ya le he comentado, esa “celebración del desplumadero” llamada Feria, se prepara durante todo el año, y se pagan sueldos de lujo a los organizadores para que realicen durante tres semanas un “guateque”, que en nada le sirve a la ciudad, y claro, con cargo al presupuesto municipal. Mire, una política pública, se mide como cualquier otra actividad en términos de resultados, piense usted qué cambio, qué nos aporta, qué le deja a la ciudad, y a los ciudadanos.

Pensando en una de esas preguntas, tengo que empezar por decir, que el presupuesto del año pasado para la Feria, fue de $ 5millones 665 mil pesos, y se les “presto” dinero porque el “guateque” anterior salió con cuentas mochas. Este año para la realización de la Feria, se presupuestó $ 5millones 900 mil pesos, le pregunto otra vez: ¿cree usted que se debe seguir aportando dinero a un evento donde las ganancias no se ven por ningún lado?

Con la referencia anterior, comprenderá claramente que no es poco el dinero que se destina a la Feria, pero las preguntas siguen en el aire: ¿Qué nos deja? Deudas, y mas deudas, así de fácil, cada año hay que pagar las cuentas mochas de los patronatos. Y debo decirle, que ojala los eventos, los servicios y los espacios que se ocupan no tuvieran un costo. Pero, entrar cuesta, exponer cuesta, vender cuesta, de esos “negocitos” se abulta la cifra de ingresos y gastos que tiene la Feria. El año pasado llegó a mas o menos 18 millones de pesos. ¿Usted cree que dejó algo positivo a la ciudad? ¿Cree que aún se mantiene la idea de antaño de las Ferias?

Le comento, una vez que se celebró el “guatequin” ranchero, se supondría que deberían entregar de inmediato cuentas al gobierno municipal, que los financio con dinero, con edificios, con vigilancia, con toda una infraestructura especial para la celebración de su “negocito”. Se supone que son muy capaces para administrar, pero entregaron cuentas, que eran simples sumas y restas, que eran un listado de ingresos y egresos, más simples que una tarea de parvulitos, y se tardaron más de cuatro meses. Lo leyó bien, más de 140 días, durante ese tiempo desde luego cobraron por ese quebradero de cabeza matemático. Usted ya lo sabe, no es difícil adivinarlo, sí, salieron con sus cuentas mochas, se quedaron con una deuda de cerca de 200mil pesos.

Le pregunto, usted que se administra con el gasto de la casa, con el gasto de su empresa, con el gasto de su negocio ¿le dejaría la administración y las cuentas de su casa o negocio al Patronato de la “Feria del desplumadero”?   Urge rescatar la esencia de la Feria, y la administración de  la feria de la Feria.

Revolcadero.

Si ya se respondió la pregunta anterior, le reitero, este año, El ciudadano Lemus les volverá a pagar las deudas, y además les dará otros $ 5millones 900 mil pesos para repetir el numerito.