Celaya, Guanajuato.- En Guanajuato existen dos grupos representativos de la identidad indígena, los Otomíes y los Chichimecas Jonas aunque hay otras vertientes que se reafirman Chichimecas Huamares, que aún existen pese a la pérdida de memoria de lo que significa la tradición indígena en el estado, y los grupos que han capaces de preservarlas no forman parte de la vida diaria, aseguró el investigador Luis Enrique Ferro Vidal , profesor de la Universidad de Guanajuato campus Celaya- Salvatierra.
Entrevistado bajo el marco de la celebración del día mundial de los pueblos indígenas, Ferro Vidal, precisó que “el mundo indígena no forma parte ya de nuestra vida y más en Celaya, donde a los indígenas no los dejaban entrar a ciertos lugares porque traían pantalón de manta, dejan de utilizar la lengua, o por ejemplo en San Juan de la Vega, la gente originaria era otomí pero ya no se reconocen como tales, lo que pasó en Guanajuato es un problema de contexto social donde le dimos prioridad al pensamiento español y al pensamiento de las artes como el Cervantino”.
En Guanajuato, refirió, hacen falta políticas públicas no solo enfocadas a la economía de las comunidades indígenas sino también a fomentar la identidad, y el reconocimiento “porque no le hemos dado al clavo lo dejo como pregunta ¿cuántos museos nos hablan de nuestra identidad indígena?, la alhóndiga de granaditas es un referente de nuestro museo regional de nuestra representación es para la reflexión.
Faltan esfuerzos para conservar el pasado indígena, sobre todo incluirlos como parte de la sociedad, el reto es colectivo para aprender a pensar en una sociedad tolerante “ no se vale la usencia a la tolerancia a lo que es diferente porque la diferencia forma parte de nosotros por eso somos pluriculturales” precisó.
En su conferencia sobre las “Capillas de Indios” expresó que son el sentido histórico junto con las danzas de expresiones estéticas y culturales que se resisten a desaparecer, en un estudio realizado sobre este tema en el estado de Guanajuato encontró que aún persiste “un marcaje que nos remonta a la historia indígena, aunque la comunidad indígena ya no se reconozca como tal la comunidad, las danzas las alabanzas y las fiestas patronales nos remiten aun pasado prehispánico”.
En Celaya existe la capilla ubicada en “Tierras Negras” con características particulares como construcción pequeña, con un calvario utilizado durante las velaciones , donde se pide permiso a las ánimas para participar en la fiesta , donde las tradiciones se han perpetuado por la vía oral.
Invitó a la reflexión al preguntar ¿Cuál es la historia de Guanajuato y que papel ocupan en nuestra historia esa presencia indígena, cómo reconocerlos? La pregunta comento, es colectiva ya que hemos olvidado ese pasado indígena.