Mañana
“No importa lo que pase, el Sol saldrá mañana” Barack Obama
Yo creo que como para muchos, la noche del martes fue una de las más largas de nuestras vidas, entre la sorpresa y el desánimo con la noticia de que ganaba Trump las elecciones de nuestro vecino del norte. Yo casi no dormí, tratando de ver si había alguna posibilidad de que esta realidad se cambiara, que fuera solo una pesadilla de un capítulo de los Simpson.
Desde las seis de la tarde ya el noticiero de Pepe Cárdenas nos adelantaba que Trump había ganado Florida, empezábamos a ver que los estados que decían que eran “los importantes” uno a uno caían a favor de él; yo me fui al teatro esperando que al salir ya estuviera mejor el panorama.
Pero aún dentro de la función nos daban uno que otro adelanto que la cosa no venía bien. Salí junto con mi esposa y solo escuchábamos las noticias que confirmaban que la cosa ya estaba muy cuesta arriba, llegue a la casa y encontré a mis hijas muy angustiadas, una de ellas me pregunté que cuándo empezaba la guerra. Ya les explique que no era así, traté de tranquilizarlas y se fueron a dormir. ¿Cómo podría un padre quitarles a sus hijos, quitarles la esperanza de un futuro mejor?
Me puse a cambiar de canal a ver si en alguno perdía Trump y estuve a punto de hablarle a Toto Maldonado para preguntarle en qué canal ve él –en el que siempre gana las chivas- a ver si en ese canal sí ganaba Hillary pero recordé que yo no tenía chiva visión. Ya para esas horas todos tenían una cara más descompuesta que los seguidores de los Indios de Cleveland cuando perdieron la última serie mundial o de Brasileño cundo Alemania lo goleó en su mundial. Para acabar pronto, la situación era más terrible que en el penúltimo capítulo de una novela de Juan Osorio.
Apagué la tele y traté de dormir pero no había manera, todo lo que había oído de que el triunfo de este güero era peor que el Armagedón, dormité unos minutos -sesenta para ser exactos-. Empecé a ver que decían del otro lado del charco en un periódico de Francia; que vendrían tiempos difíciles para Europa, pero el que sí de verdad estaba fregado era México, maldito consuelo porque yo soy de los de México. Leí un artículo delicioso titulado “Loco dirigiendo el manicomio” publicado en el periódico El País de España y así pasaron las horas. Sonó el despertador. eEra hora de levantarse a seguir la vida. Como todas las mañanas entré al cuarto de mis hijas a que se levantaran para la escuela, esta vez las desperté con una frase que le robé a Odín Dupeyron, les grité: ¡A Vivir! -hoy ese grito más para mí que para ellas-.
Nos arreglamos y salí primero que ellas, vi el sol en un día nublado que tímidamente se asomaba y recordé la frase que había dicho Barack Obama: “No importa lo que pase, el sol saldrá mañana”, ganó Trump y volvió a salir el sol.
Sigan pendientes pronto el cuento anual, lo estamos detallando. Mi correo y Facebook: regidorjorgemontes@gmail.com; Twitter y Periscope @JORGEMONTES; liga musical de la semana https://www.youtube.com/watch?v=pr4xaj5V-98
