Opinión

DOBLE O NADA

UN MINUTO PARA MATAR

Por: José Luis Ramírez

 

Nadie en sus cinco sentidos va a la guerra para perder, ya sea de manera consciente o inconsciente. Recuerdo aquella máxima que expresaban las madres de la mítica Esparta a sus hijos: regresan con el escudo en alto, o sobre él. No había medias tintas cuando de pelear se trataba.

Las tres últimas elecciones del siglo XXI para nuestro país han cimbrado a la sociedad. La pérdida del poder en el 2000 para el Pri, fue un golpe que pudieron resistir porque no fue total. Sus senadores, diputados, gobernadores, las presidencias municipales y los jugosos subsidios fueron un apoyo medular para soportar el huracán que les cayó encima durante doce años. Pero ese tiempo no fue perdido, tejieron a la perfección las alianzas y los acuerdos nacionales e internacionales, para llegar fortalecidos nuevamente con Epn en el 2012.

Nuevamente en el poder, la elite en seis años pudo traspasar a manos privadas todo aquello que fuese negocio a corto, mediano y largo plazo: gasolina, explotación de petróleo, gas, energía alternativa, minería, recursos forestales, agua, telecomunicaciones, carreteras, construcción de infraestructura institucional, electricidad, playas, tierras, hospitales, publicidad, educación, arte, cultura. No ha habido un aspecto de la vida económica en donde no estén asociados políticos con empresarios para exprimir la riqueza natural y el erario nacional. Y desde luego, trastocaron la vida institucional para eliminar cualquier estorbo legal o político para sus pretensiones.

El resultado de todo ello, es que hoy tenemos un país inmerso en la incertidumbre económica, social y política, con una sociedad pasmada de miedo por el desbordamiento del crimen y la delincuencia. La elite del Pri y sus aliados, han llevado a los extremos la vida institucional, han retorcido a las leyes y a sus protagonistas para evitar la pérdida del poder. Han desatado una guerra en contra de sus adversarios políticos por todos los medios. No hay semana en la que no aparezcan detenidos, levantados o asesinados, dirigentes sociales, periodistas o líderes políticos que se han opuesto a su política de despojo y depredación. El país está desangrándose.

La sucesión presidencial, y la presidencia de la Republica es la fase final de esta guerra soterrada que vivimos, y que a veces hacemos nuestra, de manera ingenua o poco pensada. Para acá abajo, la elección presidencial no debe ser un tema de simpatías o antipatías por uno u otro candidato, no debe ser un tema de preferencias de una ideología política, o de un sistema o modelo económico, debemos entender que es la simple y llana decisión que nos lleve a escoger entre la corrupción y la honestidad, entre el respeto a la vida o la muerte, entre la justicia a secas y la injusticia. No se trata en este momento de quién administra mejor, o quién tiene los proyectos mas acabados, se trata de quién es confiable, honesto, y aunque se oiga extraño quién puede arriesgar su cabeza para que cuelgue en una picota si falla, o aparezca para la posteridad en la cara de una moneda nacional.

Nuestra percepción en esta guerra que tiene como escenario final, el proceso electoral, sin duda es muy personal. Pero existe información que nos permite tener una idea cercana de los protagonistas y su nivel de avance. Las encuestas son el mecanismo para acercarse a un probable resultado final, estas pueden ser imparciales, parciales. Desde luego, se hacen y se publican con un fin informativo, o también con la idea de inclinar la balanza a favor de quien la haya pagado.

Para ampliar lo anterior, quiero citar algunas encuestas de este mes sobre las preferencias electorales. La Encuestadora Arias, en los primeros días de abril preguntó: Pensando en las próximas elecciones de Gobernador en tu Estado ¿Qué Partido político es de tu preferencia? Los valores promedio en los 9 estados fueron: 39% para Morena, 16% para Pri, 15.1% para Pan, 14.8% para ninguno.

De acuerdo a la predicción de Expertis, una plataforma de analítica de datos, construida a partir de simular 10,000 veces las votaciones del primero de julio, y del análisis de 37 encuestas históricas, señalo el 10 de abril, que la probabilidad de ganar la elección, era la siguiente: Amlo 59.7%, Anaya 24.0%, Meade 16.4% (Voto popular proyectado al 1 de julio de 2018).

El 14 de abril la encuestadora Puente Informativo, publicó en The Mexican Post, que preguntó por quién votarían, y la gente respondió así: Amlo 29%, Meade 24%, Anaya 16%, Zavala 13%, y un 13% aún no decide. Solo señalo los nombres más representativos.

El 15 de abril, el Barómetro electoral Blomberg, en su cierre al 6 de abril, publica que Amlo alcanza el 47.80%; Anaya 30%, Meade 20%, y Zavala 7% de las preferencias electorales. Esto bajo un sistema de agregación de encuestas ponderadas por su nivel de calidad.

 El 18 de abril Grupo Reforma, publicó la encuesta nacional de vivienda –con boleta simulada-. En ella le pregunto a la gente: “Si hoy fuera la elección para presidente ¿Por quién votaría? La respuesta fue: Amlo 48%, Anaya 26%, Meade 18, Zavala 5%.

Los candidatos sin lugar a dudas, salieron a pelar y a ganar. Los datos de las encuestas hablan por sí solos, pero nos mueven a pensar en quienes regresarán sobre el escudo y quien con el escudo en alto. Sin embargo, faltan mas de dos meses para que los votantes elijan oficialmente al ganador. Los estrategas de los candidatos perdedores o rezagados, creen que los 3 debates que se realizarán en el curso de esos días, serán una oportunidad para tirar al señor López.

El próximo domingo se realizará el primer debate. Políticamente hablando, son contendientes contra uno, esa es la lógica de la batalla. Serán tres encuentros en donde hablarán sobre seguridad pública y violencia; combate a la corrupción e impunidad; democracia, pluralismo y grupos en situación de vulnerabilidad. Al final, tendrán un minuto cada uno para tirar a matar, serán cuatro tiros envenenados. Amlo, solo tiene un minuto para convencernos de que a sus adversarios ya los sepultó la gente, y parafraseando a la llorona, diría, hay cuatro muertos que siguen haciendo ruido, porque es muy grande su penar.

Revolcadero. Frase de Jaime Rosales Miranda, Director de Seguridad Publica, para memoria de la “Muy Noble y Leal Ciudad de Celaya de la Purísima Concepción”, a propósito del robo de las coladeras metálicas del centro histórico: “Los ladrones nos andan cuidando a nosotros”, “Si se robaron un cajero, que no roben una boca de tormenta”. ¡Ay perdón, ciudadano Lemus!